Si bien las calles de Buenos Aires tuvieron ritmo de feriado durante la huelga de ayer, el impacto en la industria fue menor. Los mayores gremios del rubro (los metalúrgicos de la UOM, los mecánicos de SMATA o el Sindicato de la Alimentación, entre otros) no pararon y eso se vio reflejado en el consumo de energía que se mantuvo constante e incluso aumentó frente a un día de actividad normal
Los datos oficiales y empresariales indican que el paro no se sintió en el consumo de energía, que suele ser utilizado como patrón de medida para las huelgas generales en todo el mundo. Según datos de la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (Cammesa), los usuarios corporativos y residenciales habían demandado ayer hasta las 15 un total de 18.337 MWh, mientras que el lunes –con temperatura similar– el consumo nacional había sido de 17.102 MWh.
Según fuentes del mercado eléctrico, las fábricas explican entre un 30% y un 40% de la demanda de electricidad. Por eso, explicaron a BAE en una de las dos principales privatizadas del sector, si el paro hubiera tenido impacto en la industria, la demanda global habría caído sensiblemente.
En el mercado gasífero tampoco se notó un bajón en el uso por parte de las empresas, que en general tienen contratos directos con las distribuidoras para evitar interrupciones en el suministro. Voceros de Gas Natural BAN (de la española Gas Natural Fenosa) informaron que “la demanda fue la habitual para un día de semana con actividad normal”.
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