Comienza luego de asumir en 2003, el expresidente Néstor Kirchner quién recibió dos veces en la Casa Rosada a la cúpula de la Iglesia, que por entonces dirigía el monseñor Eduardo Mirás. Con el arribo de Bergoglio a la jefatura de la Conferencia Episcopal, los vínculos se templaron por una desafortunada declaración pública del exobispo castrense Antonio Baseotto, quien utilizó en 2005 una cita evangélica para recomendar "colgar un piedra al cuello y tirarlo al mar" al exministro de Salud de Kirchner, Ginés González García.
Baseotto se despachó de tal manera porque el actual embajador en Chile se había pronunciado a favor de despenalizar el aborto y de la política estatal sobre el uso de preservativos en la lucha contra el sida. Para Kirchner esa expresión rememoraba las prácticas más espantosas y deplorables de la dictara militar, que hoy la Iglesia reconoce y pide perdón por su participación en esa etapa sombría de la Argentina, y ordenó por decreto revocar el mandato del exobispo en la vicaría castrense. La Iglesia no ofreció resistencia, pero entendió que esa maniobra era el inicio de una larga disputa que años más tarde tendría revancha.
1 comentario:
te recomiendo leas el análisis del PERRO en pagina12, no tiene desperdicio!!!
salu2
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