A lo largo del formulario de once páginas de su última declaración jurada patrimonial pública, el fallecido fiscal Alberto Nisman dice no tener prácticamente nada: sólo una casa en un country, a medias con su ex esposa, Sandra Arroyo Salgado. Pero fuera de eso no posee otras propiedades, ni auto, ni cuentas, ni ahorros, ni inversiones, ni dinero en cajas de seguridad ni, mucho menos, la cuenta en Nueva York que se le conoció en estos días, en el banco Merrill Lynch.
La declaración de bienes de Nisman está tan pelada que nada explica cómo hizo para solventar los viajes al Caribe de noviembre, acompañado por Florencia Cocucci y otra joven, o el periplo por Europa de enero de 2015.
La hipótesis de que a Nisman lo podrían haber matado por un conflicto económico –expuesta por Arroyo Salgado– no muestra tener anclaje en su declaración oficial. Más verosímil, en cambio, es que Nisman manejaba enormes recursos en negro.
2 comentarios:
¿Dentro de la justicia no hay ningún organismo que contrale las declaraciones juradas de los jueces y fiscales?. Realmente curioso. Este NIsnman era un personaje oscuro.
con semejante cantidad de "Chicas" es lógico que no le haya quedado nada jua !!
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