miércoles, 6 de julio de 2016

los peronismos y la conducción


En la foto podemos ver a Juan Domingo Perón con los matices y alas en los años de la Resistencia: John Willian Cooke su delegado personal, los sindicalistas Andrés Framini y Augusto Timoteo Vandor.
Negociadores y combativos en tiempos de persecuciones y campañas de desprestigios hacia el peronismo.
A pesar de la proscripción y el exilio por momentos se lograba que el eje fuera la conducción.
No se si me explico.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojo con los judas. Sino preguntale a Vandor...

juan carlos paulina dijo...

Bueno hoy hay vandoristas siglo XXI ... que son mas kirchneristas que Cristina ...

claudia dijo...

Adhiero en cuanto a la importancia de una conducción peronista unificada pero, Houston, tenemos un problema. Una miradita por las fotos del blog de Zuleta da cuenta de un festival de escualos peleándose, en múltiples reuniones sediciosas, por un país que queda chico ante tanta ambición fratricida.
La posición de Gioja y Cia. es de una endeblez total, imposibilitados de conformar la pormenorizada lista de proscripciones que les exigen los territoriales, las generaciones políticas antikirchneristas "X" e "Y" (y los advenedizos recientemente reversionados como tales) o las hidrofóbicas demandas de los aún jodidos saurios menemistas. La obscenidad de tales reuniones sorprende y recuerda un frenesí depredatorio estilo Animal Planet. Y todo desarrollándose como si olvidaran un contexto donde la UCR y del PRO no renuncian a sus propias ambiciones de continuidad, a las cuales se abocan laboriosamente a través del Partido Judicial y la AFI y sus extensiones fuereñas.
Pareciera como si el Peronismo tuviera largos tiempos para la indecisión, reservándosele, por abandono, la última palabra a un pueblo que racional o irracionalmente no dudará en producir alguna expresión cuando su supervivencia llegue a punto límite. Sería lamentable que recién entonces sobrevenga una conducción.
Dicen, y con razón, que Cristina hoy no tiene una estructura. Pero no advierten que si los demás sí la tienen, de lo que carecen, en cambio, es de un "sentido" y propósito más allá de la mera captura del poder.
¿Puede unificarse el Peronismo incluyendo a individuos como Massa y adláteres, quienes colaboran con el oficialismo en la destrucción rampante del territorio material y humano sobre el cual pretenden reinar posteriormente? ¿Dónde está la lógica de convalidar tal destrucción de lo que luego se pretende administrar? ¿O todavía adscriben a la fantasía de la regeneración permanente desde las cenizas?
¿Es la proscripción de la militancia kirchnerista el fin último que supuestamente garantizaría un piso sólido de partida?
Nadie conduce desde la destrucción. Si esto no lo tienen claro...

Norberto dijo...

Toda la militancia y los votos, tal vez te podría conceder un Paretto o sea un 80/20 y un 20/80, la tiene Cristina, Claudia.
Ellos son muchos caciques con poca tribu, hasta te diría solo clanes familiares, por eso ante cada aparición de La Presidenta desaparecen de los lugares que suelen frecuentar, salvo alguno que otro despistado.
Nunca menos y abrazos

claudia dijo...

No dudo ni por un segundo, Norberto, acerca del peso numérico de las lealtades hacia Cristina (me cuento entre ellas y no por motivos emocionales, como se gusta plantear livianamente, sino por la convicción de que el Kirchnerismo supo comprender las necesidades populares, aún cuando quedara mucho, pero mucho, por sustanciarse y aún cuando se cometieran errores estratégicos).
No me preocupan, particularmente, esas fotos obscenas que con fruición rescata un conserva irredento como Zuleta. Sino lo que ellas deslizan: la persistencia de la actual conducción transitoria en tratar de conformar a esos egoísmos sediciosos, como si todo se centrara en repartir posiciones salomónicamente y no obligaciones "para con". Porque de eso es lo que trata la política, en definitiva, de la concurrencia a cumplir demandas mucho más generales que las ambiciones corporativas. Sorprende la falta de racionalidad de un Peronismo extenso que debió haber aprendido hace ya mucho de su propio pasado fratricida.
El problema de Cristina y de quienes adscriben/adscribimos a esa forma particular de hacer política - incompleta, por qué no, pero indiscutiblemente popular -, es la inminencia de una proscripción, formal o informal, de ese capital eleccionario. Y reitero mi sospecha respecto de la ley electoral en ciernes, llamada a convalidar con subterfugios, la supresión de tal caudal. Tiendo a concentrarme en los peores escenarios posibles para sorprenderme gratamente si no se cumplen. Aunque por ahora, en lo inmediato, el llamamiento a unidad con aquellos que justamente van por la segregación y avalan el disciplinamiento social, es mal dato. Muy mal dato. Saludos.

Anónimo dijo...

Conozco un amigo, que habia pedido tan solamente, pasaje de ida y vuelta para España, que le entregasen una pistola en la embajada, para poder exterminar 'el cancer', en la misma 'puerta de hierro'.Era lo que se debia haber hecho ! Cuantos años perdidos, con ese malhechor ! Cuantos idiotizados, aun quedan ! Cuando dinero, el Pais, aun perdió !

Neomontonero dijo...

O sea: tu amigo era un guapo de cabotaje, ano de las 06:58.

Bah: un gorila cagón. Justo como vos.