La encuesta de Synopsis muestra a Cambiemos (39.1) en la provincia de Buenos con tres puntos arriba de Unidad Ciudadana (34.3) y se observa la caída de Massa (11,1) y Randazzo (2,7) en un empate con Pitrola.
Lo más fuerte de la estrucutra del voto a Cristina se da en desocupados y el trabajador del sector pública donde gana ampliamente. En el voto a Bullrich prevalece jubilados y pensionados.
Una foto preparando la largada de una campaña que recién comienza el 17 de este mes.
4 comentarios:
Sabés que? Si vitan así... Que revienten!
Votan
Tranqui Gem los globos no pensaban perder las PASO metieron toda la carne al asador, hasta fraude hicieron y Vidal perdió la eleccion. Ahora la hiena no puede ni salir a la calle:
https://www.youtube.com/watch?v=l0YcNzZQ-qQ
Los globos genocidas, desaparecedores chorros, estan com locos gastando toda su polvora en encubrir la desaparición forzada de Santiago. Pero las elecciones las perdieron antes de lo de Santiago. Las perdieron porque el país estan en banca rota, la calle estan en llamas sin plata, todo el comercio muerto y a perdida.
Ahora Buenos Aires bajo el agua en estado de emergencia, y no hay un mango. Fugaron todo y solo queda un volcán de lebacs y 100mil millones de deuda sin respaldo.
Reventado ya está el país. Y la salida de emergencia ya está en el senado. Cristina Senadora. Vamos por Taiana senador.
Más allá de lo operadas o fidedignas que sean las encuestas, me parece que la operación "RAM" ha logrado el cometido de activar los terrores más irracionales en aquellos timoratos del "Senderismo Medio". Como bien se leyó en el post de Artemio, "La guerra del cerdo", 3 terrores muy poderosos están activados: miedo a la disgregación territorial, miedo al desorden, xenofobia renovada esta vez con foco en lo aborigen.
La guerra psicológica existe y goza de muy buena salud, a diferencia de los sujetos alienados sobre la que se aplica.
Pero todos sabemos que de lo que se tratan estas legislativas es mucho más que porcentajes de cargos legislativos o expectativas para 2019 .
Lo que se juega es la medición de la salud de la democracia. Ya no se estarían jugando las representaciones sino que estaríamos mapeando cuán cerca estamos de virar una horda enloquecida.
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