Con el trasfondo de la letra chica del FMI.
Mauricio Macri almorzó ayer con las autoridades de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz y Elena Highton de Nolasco, para analizar “globalmente la situación de toda la Justicia en el país”, en medio de la tensión interna en el máximo tribunal.
La Corte Suprema tiene que definir como uno de los platos fuertes del año qué indice se utilizará para actualizar haberes previsionales y pagos retroactivos por los juicios y en caso de concretarse, habría un efecto cascada y se activarían cientos de juicios en el mismo sentido, un fallo clave sobre actualización de las jubilaciones, que terminaría con la "doctrina Badaro". Con el nuevo cálculo, la jubilación sería alrededor de 60 por ciento inferior.
El máximo tribunal se dispone a dictar sentencia antes de fin de año y hasta el momento es probable que tres de los cinco jueces (Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti) apoyen el reclamo de los jubilados en contra de los deseos del Gobierno.
Hasta ahora se aplicaba el Índice de Salarios Básicos de la Industria y la Construcción (Isbic), pero la Anses desde hace un año le transfirió a la Corte el problema al solicitar que se aplique otro índice, el de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).
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