lunes, 28 de enero de 2019

las 48 horas previas del suicidio de nisman

Los mensajes de Whatsapp de las últimas 48 horas de la vida de Alberto Nisman dejan pruebas de lo que le ocurría al fiscal, ya encerrado en su departamento, con las cortinas bajas, sin vestirse y afrontando la debacle de la denuncia que había presentado por el Memorándum de Entendimiento con Irán.
El listado de los registros de esos mensajes, a los que tuvo acceso Página12, muestra la obsesión del fiscal por borrar y no dejar rastros. El viernes 16 de enero de 2015, borró veinte chats de whatsapp y el sábado 17 se dedicó a borrar en 35 oportunidades, incluyendo los intercambios con Diego Lagomarsino, el informático que fue la segunda persona ala que pidió prestada un arma. 
Para quienes sostienen que un comando iraní-venezolano-kirchnerista “limpió” el celular de Nisman, el volumen de borrado es una prueba arrasadora en su contra: el fiscal, estando en vida, se ocupó de borrar 55 veces las conversaciones
El listado de mensajes entrantes y salientes es llamativo. Se comunicó en 146 oportunidades con periodistas, la mayoría del grupo Clarín, y 99 veces con modelos, agentes de modelos y chicas vinculadas a la prostitución VIP, mientras que dedicó muchísimo menos tiempo al intercambio de mensajes con sus colaboradores: sólo 21 veces con integrantes de la fiscalía, y en 29 oportunidades cruzó whatsapp con dirigentes del PRO
Ese viernes tuvo una feroz pelea por mensaje con su ex pareja, Sandra Arroyo Salgado, quien le recriminó que sólo le importaban el poder, los medios y pagarle a chicas jóvenes. Ese intercambio no lo borró. Cabe preguntarse por qué lo dejó en su celular. En cambio cruzó Whatsapp con su madre y esos mensajes, seguramente un típico diálogo madre-hijo, los borró.