jueves, 13 de junio de 2019

el relato de la promesa de lluvia de inversiones que también chocó con la realidad

A este mundo nos llevaron. 
La inversión extranjera directa (IED) en los mercados emergentes se derrumbó a su nivel más bajo de este siglo, debido fundamentalmente a que las crecientes tensiones comerciales debilitaron su crecimiento económico.
La IED, que incluye la compra de compañías y la construcción de nuevas plantas, cayó en 2018 a sólo 2% del PBI en los mercados emergentes y de frontera, según el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), que sigue los flujos del capital internacional. Eso se compara con el pico de 4,4% en 2007, inmediatamente antes de la crisis financiera.
Sobre este panorama el mejor gobierno de los últimos 50 años desarrolló su estrategia de debilitar el mercado interno y abrir las frontera de manera indiscriminada
A esto vinieron, claro.


2 comentarios:

Rodolfo dijo...

Viste que los tipos te tiran con 70 años, no?
Bueno, vi el titulo de la nota y pensé en 1890. Seguido a eso decidí atender la asociación que apareció de manera espontanea. Encontré que para nada el inconsciente me había jugado una mala pasada. Y cuanto se parecen...

Un compilado de historia Argentina:

Se llama como Pánico de 1890 a la profunda depresión que derivó en una crisis económica y financiera que afectó a la Argentina durante la presidencia de Miguel Juárez Celman.

En el plano internacional, debido al exceso de crédito que le había otorgado a la Argentina, la bancarrota a la que casi llega a la banca Baring Brothers. Un consorcio liderado por el Banco de Inglaterra rescató a la Baring y evitó lo que podría haber sido una catástrofe de la banca londinense. El rescate a la casa Baring previno una crisis financiera de mayor gravedad. Nathan Rothschild ha remarcado que, de no haber ocurrido esto, quizás el sistema bancario londinense completo hubiera colapsado, con la consecuencia de una verdadera catástrofe. El Pánico se asoció con una demanda monetaria que alcanzó el 45% y una caída del mercado de las commodities en todo el mundo.

De esta forma, los negocios públicos y los privados se complementan. Ricos empresarios incursionan en la política; funcionarios y políticos lo hacen en los negocios. Estos grupos, formados por financistas, gestores, intermediarios, especulan con cada venta, cada compra, cada préstamo, cada licitación, haciendo enormes negocios a costa de los fondos estatales, sin siquiera preocuparse en pagar impuestos.
Juárez Celman lleva adelante una política económica liberal fomentando la privatización de todos los servicios públicos.

Un periódico inglés define así la corrupción argentina: “Hoy día existen decenas de hombres del gobierno que son públicamente acusados de malas prácticas, que en cualquier país civilizado serían rápidamente penados con la cárcel y todavía ninguno de ellos ha sido llevado ante la justicia. Celman mismo está en libertad de gozar el confort de su estancia y nadie piensa castigarlo”.
Es tal el afán de lucro del grupo del presidente que va dejando afuera de sus negocios a los clásicos beneficiarios del sistema para privilegiar, casi exclusivamente, a sus allegados...

Anónimo dijo...

Lo que choca con la realidad, buen sentido, y con todo lo demás es que por ahora el oficialismo sigue teniendo chances (y para nada malas) de mantenerse en el gobierno. Un choque con la más negada de las inteligencias; incomprensible.