viernes, 15 de noviembre de 2019

cuando la realidad de un golpe te golpea en la cara

Medios oficialistas argentinos y dirigentes de Cambiemos (no todos) utilizaron herramientas linguisticas y semánticas rebuscadas desde este fin de semana último para señalar que en Bolivia no hubo un golpe de Estado.
Hasta que los muchachos la pasaron mal. Los enviados de prensa de TN, Telefé, Crónica y Amércia TV así como otras delegaciones de distintos países que corrieron la misma suerte represiva. Algunos de ellos manifestaron que por primera vez en su experiencia de coberturas tuvieron realmente miedo por su integridad física. 
Hasta la autoproclamada ministra de Comunicación habló de seudoperiodistas que estaban identificados y era parte de sediciosos factible de aplicarles las leyes represivas del país.
Todos los periodistas tuvieron que se evacuados con operativos de película poniendo en ridículo las dudas sobre la realidad institucional del hermano país.
Casi los mismos medios y periodistas que con liviandad suelen definir al peronismo como expresión de una dictadura en sus distintas gestiones. 



5 comentarios:

Los Frankenstein no se hacen cargo dijo...

La frase exacta que imaginé con lo que pasó con el notero de Telefe al mismo tiempo que la mercenaria hdrmp Cristina Perez a los gritos justificaba al aire el golpe de estado. Chocó con la realidad la facha macrista basura esa, se golpeó la jeta frente al demonio desatado por ella misma, demasiado tarde ya para correr o hacerse la boluda.
El mismo choque con la realidad que va a vivir el resto de ese "40%" tarde o temprano.

Claudia dijo...

Los estuve siguiendo desde que arribaron a La Paz.
Para empezar, hay que decir que, salvo los cronistas de Telesur y algún que otro medio internacional, los argentinos descollaron por su falta de preparación periodística, su imposibilidad de comprender contexto y su irresponsabilidad en la elección de las palabras pues buscaban títulos sensarround y barajaron "guerra civil" como si nada; una situación que descuento podría darse en el futuro pero en ese momento era impropia: El Alto había lanzado una resistencia pasiva y los distintos "Ponchos" regionales (no son solamente los Rojos los presentes < que encima denunciaron a jefes regionales por entreguistas> tenían intención de acercar a casa de gobierno petitorios duros pero formales).
Con el pasar de las horas los de Crónica y Telefé se conmovieron de los testimonios desgarrantes del pueblo y mutaron el cariz de la cobertura.
Graña estelarizó por su grosería y cobardía en todo momento. Se notaba que estaba a disgusto en trabajo de calle y pretendió editorializar, tal su costumbre, sin siquiera tomar contacto con testigos, ubicado la mayoría de las veces al lado de las tanquetas y siempre del lado de la policía y los militares, por supuesto. Su animadversión con los masistas fue notoria desde el principio. Se le acercaba gente y cuando le preguntaba Viale que le habían dicho esas personas Graña menoscababa contestando "nada relevante, nada de interés, cualquier cosa". El primer enfrentamiento lo tuvo con una indígena del Alto que le gritó que parara de mentir. Porque Graña estaba mintiendo, efectivamente, acerca de la apoyatura popular real que tenía Evo Morales. Eso fue escuchado y respondido. Viejo, obtuso y grosero, encontró lo que no estaba buscando: réplicas. Y es cierto que insultó a manifestantes, esta vez, simpatizantes de Camacho.
Por otro lado, ni él ni Viale parecen haber vivido en los años setenta en Argentina. Sorprenderse de los aviones caza, de los helicópteros y de los gases lacrimógenos da la sensación de que en la dictadura argentina estuvieron refugiados en Islandia. Lo cual es más vergonzoso porque Graña estuvo vinculado a medios y se prendió a la naciente industria del progresismo berreta.

Claudia dijo...

Lo que más lamento fueron las oportunidades perdidas de relevar, en serio, información y climas. No saben, porque no tienen escuela, cómo acercarse a un testigo ni pueden descubrir cuáles grupos de resistencia son organizados y cuáles no. Yo les recomendaría a esos noteros que la van de periodistas que se sienten a ver filmes como "El año en que vivimos en peligro" o "Salvador" -2 films comerciales, no pido profundidad ideológica siquiera-, así se dan una mínima pauta de lo que se espera de un corresponsal en el extranjero.

Claudia dijo...

Y otra perla: en varias oportunidades y con el peor tono, Graña le pidió a grupos organizados de manifestantes a sus espaldas -porque siempre les daba la espalda- ¡que hicieran silencio porque estaba transmitiendo y no escuchaba a Viale!. Ergo, la pastillita que le dieron para la altura, claramente, le pegó mal.
Dice que estuvo en El Alto pero tales imágenes, o fueron muy escasas o se editaron convenientemente. Extraño para un tipo que cuando recorre nuestro "Docke" o la Villa 31,, por ejemplo, te describe hasta el mínimo detalle de color.

Chily dijo...

Creo que cada uno de nosotros podemos hacer algo y como ser dejar de comprar productos fabricados por empresas yanquis y otros países que apoyan golpes de estado.
Yo ya empece