viernes, 15 de noviembre de 2019

el peronismo en aquella semana santa golpista del 87

El peronismo desde la oposición en las jornadas de Semana Santa de 1987, del 16 al 19 de abril, tampoco dudó. No empleó artilugios semánticos para definir la movida militar como un intento de golpe de Estado y no especuló con la caída del gobierno radical de Raúl Alfonsín. Tanto Antonio Cafiero, como principal referente del PJ, y Saúl Ubaldini (detalle que se recuerda poco) en nombre del movimiento obrero, mostraron su colaboración con la gobernabilidad en un momento de gran crisis y amenaza de quiebre constitucional. Ambos dirigentes subieron al balcón de la Casa Rosada para acompañar al presidente constitucional y mostrar un frente unido contra los militares carapintadas liderados por Aldo Rico, que se habían sublevado del poder político con la excusa que estaba en peligro la democracia.
Como hoy con la información con que se cuenta y el olfato histórico el peronismo no duda de lo que está pasando en Bolivia.
A los problemas de la democracia la respuesta es más democracia.



2 comentarios:

Claudia dijo...

Es atinada la comparación pero me parece que con la vertiginosidad de los acontecimientos en Bolivia, las declaraciones de solidaridad extranjeras deberán ser sucedidas por hechos más tangibles: no es improbable una crisis humanitaria fronteriza para cuando asuma Alberto Fernández; por riesgos para la vida y por quiebre económico absoluto de gran parte del pueblo agredido por el golpe.
La comunidad boliviana nacional aquí es muy numerosa y es constatable su incidencia económica en Bolivia al remitir remesas familiares, periódicamente. Esto quedará interrumpido temporal o definitivamente, de acuerdo a cómo se comporte ese gobierno de ocupación. Los golpistas pueden aguantar el enrarecimiento de la plaza bancaria, desde su colchón de capital, pero los pobres que cobraban bonos del Estado o vivian dia a dia del intercambio, no.
Una similitud llamativa con Chile y su pérdida de 100.000 puestos de trabajo en apenas 25 dias por parálisis productiva, es que parece que al poder internacional y al local de esos paises les conviene una debacle laboral extensa que contribuiría a mayor domesticación de las poblaciones.
Están geniales las declaraciones, pero es hora de pensar que se viene un problema humanitario múltiple. Descuento que Alberto y su equipo ya lo estarán evaluando.

JLO dijo...

el peronismo es ayuda social y de todo tipo... históricamente!