No, Lilita no estuvo. Carlos Kunkel tampoco. Pero estuvieron otros. Y uno también inoportuno, parece.
Lo leemos en la Revista Fortuna:
El cumpleaños de Felipe Solá fue a toda orquesta. Ocurre que el peronista bonaerense llegó al número 60, y si bien no significa en estos tiempos ninguna edad avanzada (al dirigente se lo ve siempre bien), un festejo es bien venido. Todo transcurría en armonía, hasta que León Arslanian, uno de los invitados, metió el "dedo en la llaga". Según contó otro de los presentes, el ex ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires dijo que en 2011, él lo ve a Néstor Kirchner ganando en primera vuelta.
Como se podrá imaginar, a Felipe Solá este pronóstico lo menos que le produjo fue una indigestión con la torta. La pregunta era: ¿quién lo mandó?
