Con ese ordenamiento, que incluye la compensación de importaciones con exportaciones y la sustitución de compras al exterior por producción nacional, el Gobierno aspira a obtener un saldo en la balanza comercial de u$s16.000 millones.
“Sobre los bienes terminados, los controles serán a cara de perro”, aseguró el funcionario. “No así en donde no haya producción nacional”, aclaró. “Sino van a decir que no vamos a importar más bananas”, apuntó.
Esa cifra es similar a la que obtuvo en 2009, en medio de la crisis internacional, por la fuerte baja de las importaciones que estuvo explicada en parte por las medidas de control y la aplicación de licencias no automáticas de importación, pero también por la desaceleración de la actividad local.
En ese momento, las exportaciones cayeron un 20% en promedio frente al 2008 mientras que la contracción de las importaciones fue en promedio del 35 por ciento. (BAE).
