En la misa celebrada anteayer en plaza Constitución, el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado argentino denunció que la "coima" favorece la trata de personas con fines de explotación sexual y laboral. Bergoglio consideró en esa oportunidad que es "un cuento chino" que se haya abolido la esclavitud y, tras definir a la de ciudad de Buenos Aires como "coimera" y "pecadora", aseveró que "en esta ciudad se rapta a mujeres y chicos y se los somete al uso y abuso de su cuerpo y se les destruye su dignidad".
Pero Macri sostuvo después que no hablaba de él ni de la ciudad.
No se qué ha pasado con la relación entre ellos pero para ser un buen negador hay que serlo completo o no ser nada.