La decisión no tiene que ver con el origen del conflicto ni con el petitorio, sino con la advertencia que se les hizo de que debían volver a sus unidades y no podían seguir bloqueando la actividad normal en los edificios Centinela y Guardacostas. Entre los pasados a disponibilidad están Raúl Maza, vocero de los amotinados de Gendarmería, un oficial de Salta que realizó declaraciones agraviantes, tres efectivos de Prefectura y otros dos de Gendarmería.
Ayer había convocada una asamblea que reunió a poco personal y en el Guardacostas y el Centinela quedaron muy pocos efectivos al mediodía, mientras que al atardecer se agrupaban unas 300 personas en cada lugar, incluyendo familiares y amigos.