Que están cebados, están cebados. Es así.
Y no solo Biolcatti.
El tiene la brutal franqueza de vez en cuando decir lo que piensan y susurran unos cuantos.
Recordemos aquella memorable charla con Grondona donde confesaron sus aspiraciones golpistas para después del 28J.
Ayer fue en "caliente" frente a una magra convocatoria de toda la oposición junta.
Pero hoy insistía en radio Continental y Magdalena al lado de él parecía la quinta esencia de la democracia:
Sin diferenciar entre funcionarios designados y funcionarios electos, alegó que la frase “descabezar la Gobernación” fue “un término [sic] que usaron ellos. Si yo fuera él (por Daniel Scioli), pondría mi renuncia a disposición de la Legislatura. Si no pudiera manejar esto, yo renunciaría”.
En Magdalena Tempranísimo, defendió su derecho “a que la gente opine que el gobernador debe renunciar. Si no puedo manejar algo, no sigo intentándolo”, insistió.
Ante la objeción de nuestro periodista Edgardo Alfano sobre el mal ejemplo de una persona pública que reclama la renuncia de un funcionario electo democráticamente, objetó que “no es buen ejemplo que un gobernante no defienda lo que corresponde ante el Gobierno nacional, que tenga la candidatura testimonial, la actitud obsecuente; no es una forma de educar a la juventud”.
A eso, Magdalena replicó que “ésas son las grandezas y las desgracias de la democracia”, e insistió en distinguir que el gobernador bonaerense “es un funcionario elegido por el pueblo, no un gerente”.
Finalmente, Biolcatti admitió que “pudo haber sido un término poco feliz”, pero volvió a afirmar que “fue el mismo que se utilizó con la Policía”.