Además, según revelaron a BAE fuentes del mercado, TBA usó parte de esos fondos públicos para comprar dólares y para colocaciones financieras que incrementaron sus ganancias.
El siniestro de ayer en la estación de Once volvió a poner la lupa sobre el esquema de administración de los trenes de Capital y el Gran Buenos Aires, que se mantiene vigente desde las privatizaciones de los ’90, con los subsidios que agregó el kirchnerismo para evitar que la suba de los sueldos de los ferroviarios se trasladase al boleto. Esos subsidios, como ocurre con los colectivos, se pagaron sin los controles que dispone la ley sobre las frecuencias y las inversiones de las concesionarias, gracias a la vigencia de la “emergencia ferroviaria” desde 2002. (completo acá).
El siniestro de ayer en la estación de Once volvió a poner la lupa sobre el esquema de administración de los trenes de Capital y el Gran Buenos Aires, que se mantiene vigente desde las privatizaciones de los ’90, con los subsidios que agregó el kirchnerismo para evitar que la suba de los sueldos de los ferroviarios se trasladase al boleto. Esos subsidios, como ocurre con los colectivos, se pagaron sin los controles que dispone la ley sobre las frecuencias y las inversiones de las concesionarias, gracias a la vigencia de la “emergencia ferroviaria” desde 2002. (completo acá).