Lo leemos en Ambito de hoy:
La interevención del Estado en el mercado triguero a favor de los pequeños productores, hizo ruido en las entidades agropecuarias.
Días atrás durante la reunión de la mesa triguera, que engloba a exportadores, molineros, productores y las provincias productoras. Agricultores Federados Argentinos (AFA), una cooperativa ligada a la Federación Agraria Argentina (FAA), le pidió al Ministerio de Agricultura comercializar 500.000 toneladas de trigo para así ayudar a sus afiliados de los problemas económicos.
El pedido tuvo buena acogida de parte del gobierno, que propició esa operación. El subsecretario de Agricultura, Oscar Solís, la defendió con el argumento de que con ella el Estado decidió “cercar las distintas áreas de competencia y defender al productor” que tiene urgencia en comercializar su trigo”.
Por otro lado adelantó que además del “pedido de AFA, hay solicitudes por Entre Ríos en 70.000 toneladas, 500.000 para Puerto Quequén y 500.000 para Bahía Blanca.
Sin embargo la ayuda no hizo mas que enojar a las entidades que no participaron de ese acuerdo.
Así fue el caso de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA); que mediante un comunicado de prensa, demostró su rechazo a la presencia del Estado.
“La irrupción digitada de compras a determinados vendedores acrecienta el intervencionismo oficial que ha generado la total distorsión del mercado triguero, en detrimento de unos pocos elegidos, que medran con dicha situación”, afirmó.
Lo mismo hizo la Sociedad Rural Argentina (SRA), que hizo mención a la circular que emitió la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) a sus molinos para que se realice la compra de 500.000 toneladas de trigo “aduciendo expresas instrucciones del ministro de Agricultura, Julián Domínguez”.
Eduardo Buzzi, presidente de la FAA, le dijo a este diario que sus pares “demoraron 4 años en señalar a las multinacionales y hoy lo hacen en 12 horas con comunicados cuando el favorecido es una cooperativa”.
