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Por primera vez desde 1977, los nacionalistas catalanes ganaron laselecciones generales en Catalunya. CiU se impuso a los socialistas con más de un millón de votos y 16 escaños. Pero lo más trascendente es que CiU, el nacionalismo catalán, ha ejercido como dique de contención de la oleada conservadora española. Catalunya sigue siendo una excepción política en España. Probablemente por ello, las primeras palabras de Duran Lleida fueron: "Hoy más que nunca me siento orgulloso de ser catalán y me siento orgulloso de Catalunya".
El triunfo catalanista y la mayoría nacionalista registrada en el País Vasco con el PNV y el concurso de Amaiur como segunda fuerza ofrece un mapa político español en el que ambas nacionalidades históricas tienen un color específico en el mapa y responden a la crisis económica con dinámicas políticas específicas, que el Gobierno español, que presidirá Mariano Rajoy, no tendrá más remedio que tener en cuenta a pesar de su mayoría absoluta.