Elisa Carrió volvió a poner incómoda a la alianza
Cambiemos: convocó a la
Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja por pedido del
Frente para la Victoria,
a raíz del comunicado conjunto entre Argentina y el Reino Unido, que involucra la cuestión Malvinas.
Citó a la comisión que preside para
este miércoles a las 12 en la Sala 1 del Anexo de Diputados, por iniciativa de su segundo,
el kirchnerista mendocino Guillermo Carmona.
Carrió convocó a “
analizar las decisiones que ha adoptado el Poder Ejecutivo nacional referidas a la relación bilateral con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, y en particular las vinculadas con la cuestión Malvinas”, según consta en la convocatoria girada a los diputados.
La
decisión inconsulta de Carrió despertó cierto malestar en Cambiemos,
sobre todo en sus socios radicales, que ya se daban por satisfechos con la predisposición de
Malcorra de presentarse ante el Congreso, algo que había pedido el propio jefe del interbloque de diputados,
Mario Negri.
La intención del cordobés
era citar a la canciller a una reunión de interbloque a puertas cerradas, para evitar la exposición pública, en un encuentro previo a su presentación en la comisión. Según fuentes del bloque radical, fueron considerados
“poco felices” los dichos de Malcorra acerca de que hay un 20% de posibilidades de negociar el tema Malvinas con el Reino Unido, frente a un 80% de medidas que sí podrían consensuarse.
Pero
Carrió se adelantó a la movida radical y convocó a una reunión con un temario de cinco proyectos de resolución y declaración, todos vinculados a la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas, incluido uno de su autoría que reivindica la posición de nuestro país.
Así, se pondrá en consideración una declaración de repudio a la resolución de
Gran Bretaña de “
incrementar sustancialmente el gasto militar en las Islas Malvinas”, promovida por la exministra de Defensa
Nilda Garré. Además figura otro proyecto
de rechazo a las declaraciones de Malcorra al diario inglés Financial Times, donde sostuvo que la cuestión Malvinas ya no es una prioridad en la relación bilateral.
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