-La
Dirección de Captación de Comunicaciones, que funciona en la
Ciudad de Buenos Aires, está en la órbita de la
Corte Suprema. Es dirigida por dos jueces,
Martín Irurzun y Javier Leal de Ibarra.
-Cuentan con 250 empleados del Poder Judicial, entre los que figuran psicólogos, abogados y estudiantes de Derecho.
-En siete pisos de un edificio de Colegiales, controlan la interceptación de líneas telefónicas, móviles o fijas, siempre y cuando haya orden judicial.
-En este momento, en el país, hay 3500 líneas telefónicas intervenidas.
-La Agencia Federal de Inteligencia, a cargo del imputado en la causa de sobornos (Odebrecht), Gustavo Héctor Arribas, con sus espías tiene acceso a escuchas.
-La cadena de custodia suele romperse. Veamos el procedimiento teórico:
-La Dirección de Captación de Comunicaciones interviene la línea. A través de unos aparatos se graba la comunicación en un CD.
-El juez decide si esos audios son escuchados por los empleados del Poder Judicial o por las fuerzas de seguridad.
-En general, quien escucha las grabaciones es la Policía Federal o la Gendarmería.
-Pero en el primer piso del edificio está “El Locutorio”. Ahí, los empleados pueden darle acceso online a la Policía, la Gendarmería o los espías de la AFI.
-Como vemos, todo frágil. De ahí se filtró el "audio pelotudo" de conversaciones entre Oscar Parrilli y Cristina.
-¿Te quedás tranquilo, vecino?.