La actual presidenta de
General Motors para
Argentina, Paraguay y Uruguay, Isela Costantini, fue nominada para conducir
Aerolíneas Argentinas a partir del 10 de diciembre, engrosando la lista de
ejecutivos empresarios que conformarán las primeras y segundas líneas de acción en el macrismo.
Esta designación evidencia un alto grado de improvisación del próximo gobierno, situación que se refleja tanto en las idas y vueltas sobre sus propuestas de campaña como en la elección de sus funcionarios.
El caso Costantini es una muestra. La CEO de la automotriz estadounidense estaría impedida de ocupar ese puesto por ser de nacionalidad brasileña. El Código Aeronáutico establece que la presidencia del directorio de cualquier sociedad que opere en el país debe ser ejercida por argentinos.
También existen denuncias de gremios aeronáuticos sobre la posibilidad de que General Motors continuaría abonando su sueldo como CEO regional mientras ejerza su función pública.