Por ahora, desde el cordobesismo nadie reconoce la unidad con el cristinismo como camino posible en el corto plazo.
Pero como dijimos al comienzo,
la política también se vale de gestos. Y esta semana tuvo lugar uno, bastante curioso, imposible que pase inadvertido.
El
miércoles tuvo lugar un encuentro de mujeres en la sede porteña del Partido Justicialista nacional, con discursos en el que evocaron la figura de
Eva Duarte de Perón, quien cumpliría 100 años el próximo 7 de mayo.
El cónclave fue de corte netamente kirchnerista y contó con la participación de diputadas, senadoras y dirigentes mujeres de distintas puntos del país.
El presidente del PJ nacional, José Luis Gioja, y la titular de la secretaria de la Mujer del partido.
Por
Córdoba, asistió la diputada de Unidad Ciudadana, Gabriela Estévez, quien, además,
fue la encargada de llevar el mensaje de otra coterránea: la concejala Natalia de la Sota.
La hija del ex gobernador no pudo asistir pero
envió una carta de adhesión al encuentro que fue leída entre las presentas, en una nueva señal de acercamiento a un núcleo duro del cristinismo.
Vale recordar que hace menos de un año, ambas dirigentes sorprendieron al mostrarse juntas en un café,
con la dirigente Haidé Giri como interlocutora, en el marco del Día Internacional de la Mujer. Claro que por entonces,
esa jugada en realidad se enmarcaba en la estrategia mayor que tenía en mente el ex gobernador José Manuel de la Sota.
En su objetivo de ser candidato a presidente,
había comenzado a tejer puentes con distintos sectores, entre ellos, el cristinismo. Incluso,
hasta trascendió que se había reunido ya con la ex presidenta. Lo cierto es que el trágico accidente del 15 de septiembre pasado se cobró la vida y con ella, quedaron truncas todas las negociaciones del cacique de UPC con los sectores vinculados al kirchnerismo.
Quizá,
Natalia de la Sota sea ahora quien retome esa senda y abone nuevos contactos con el cristinismo.