-Falta
la puntada final para cerrar el acuerdo con los grandes acreedores
de la deuda en default virtual que dejó el gobierno de Mauricio Macri. Hasta que no se concrete el canje de bonos ninguno de los protagonistas quiere adelantarse porque se sabe que el diablo se esconde en los detalles. Pero
el escenario es muy diferente al que dibujaron durante semanas la legión de voceros locales de los acreedores.
-
Quienes apostaron a la ruptura perdieron. Las corporaciones que presionaron
para que el gobierno de Alberto Fernández firmara la capitulación, como lo hizo Macri con los buitres, quedaron descolocadas.
-
Quienes menospreciaron la tarea del ministro de Economía, Martín Guzmán, al calificarlo de "pasante", "ignorante del mercado y "académico",
quedaron en ridículo.
-Si bien faltan detalles, es impactante como indudable
el triunfo político y conceptual de la dupla Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, con Guzmán como ejecutor de la estrategia ante los acreedores.
-La intervención de otras figuras políticas
(Máximo Kirchner y Sergio Massa) en este proceso sólo muestra que
la alianza de gobierno funciona aceitada en cuestiones relevantes. La búsqueda de internas en aspectos de poca importancia por parte de mentes afiebradas de analistas conservadores se debe a que todavía no han podido digerir el fracaso del gobierno que apoyaron y el, por ahora, efectivo estilo de gestión del gobierno del
Frente de Todos.
-Esto implica de alivio para las finanzas públicas 1690 millones de dólares por año (130x13) que suma en total 33.800 millones de dólares en 20 años (1690x20).