La vicepresidente se ha ofendido y deprimido porque siete meses después tomó estado público el robo de dinero guardado en su casa y el orígen oscuro del mismo.
No fueron pocos los que recordaron aquel episdio de Gabriela Michetti y su comitiva cuando regresaran de la cumbre de la CELAC en Quito en la madrugada del pasado viernes 29 de enero, y que se generó una situación tensa en el aeropuerto de Ezeiza. Un mes después del robo en su casa por un custodio de la Metropolitana.
Salió del avión a la 1:17 de la madrugada y sin pasar por el sector de Aduana se fue hacia su casa.
En la Terminal A de Ezeiza, personal de ceremonial quedó a cargo de retirar las siete valijas pero en la cinta transportadora notaron que faltaba una; justamente la que Michetti había pedido que prestaran mayor atención.
En medio de "una crisis de nervios", la gente de ceremonial de vicepresidencia acudió a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y de ahí se fueron directo al Centro Operativo de Control (COC).
Gracias al monitoreo de las cámaras se descubrió que una señora mayor se llevó la valija de la vicepresidenta. Una valija que ya había llamado la atención de la Aduana porque al pasar por el escáner notaron que contenía "muchas joyas y alhajas".
En la Terminal A de Ezeiza, personal de ceremonial quedó a cargo de retirar las siete valijas pero en la cinta transportadora notaron que faltaba una; justamente la que Michetti había pedido que prestaran mayor atención.
En medio de "una crisis de nervios", la gente de ceremonial de vicepresidencia acudió a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y de ahí se fueron directo al Centro Operativo de Control (COC).
Gracias al monitoreo de las cámaras se descubrió que una señora mayor se llevó la valija de la vicepresidenta. Una valija que ya había llamado la atención de la Aduana porque al pasar por el escáner notaron que contenía "muchas joyas y alhajas".
Por suerte para Michetti, la mujer tardó en irse del aeropuerto y pudieron interceptar a la pasajera frente a un local de café.
Según consta en los libros del aeropuerto de Ezeiza, quedó asentado que las joyas y alhajas "fueron regaladas a ella (Michetti) en Chile (fue antes del viaje a Quito) y Ecuador".
Por ley vigente se sabe que los funcionarios públicos no podrán recibir regalos, obsequios o donaciones, sean de cosas, servicios o bienes, con motivo o en ocasión del desempeño de sus funciones.Según consta en los libros del aeropuerto de Ezeiza, quedó asentado que las joyas y alhajas "fueron regaladas a ella (Michetti) en Chile (fue antes del viaje a Quito) y Ecuador".
Me imagino que el registro del contenido de esa valija ya ha sido trasladado como bien del estado y en algún cajón de la justicia debe haber algún expediente al respecto.