En el Hospital Rossi de la ciudad un equipo médico tuvo que finalizar, el último fin de semana, una operación con la luz de las linternas de sus celulares.
Por problemas con la electricidad no arrancaron cinco máquinas de Nefrología y hubo que derivar pacientes renales crónicos y agudos porque no se los pudo dializar. Pero todas las áreas sufren las consecuencias por los cortes, en Gastroenterología se cortó la luz en medio de una endoscopía y en Laboratorio se suspendieron los turnos porque las máquinas son sensibles a los cambios de tensión y no funcionan.
Esta situación afecta principalmente a los sectores más vulnerables de la población, aquellos que no tienen una obra social o una prepaga que en la Argentina superan el 40% de los habitantes, según denuncia Cicop, una asociación de profesionales de la salud de la provincia de Buenos Aires.
Por problemas con la electricidad no arrancaron cinco máquinas de Nefrología y hubo que derivar pacientes renales crónicos y agudos porque no se los pudo dializar. Pero todas las áreas sufren las consecuencias por los cortes, en Gastroenterología se cortó la luz en medio de una endoscopía y en Laboratorio se suspendieron los turnos porque las máquinas son sensibles a los cambios de tensión y no funcionan.
Esta situación afecta principalmente a los sectores más vulnerables de la población, aquellos que no tienen una obra social o una prepaga que en la Argentina superan el 40% de los habitantes, según denuncia Cicop, una asociación de profesionales de la salud de la provincia de Buenos Aires.