-Mauricio Macri decidió apurar la salida del Procurador del Tesoro de la Nación (PTN), Carlos Balbín, de ese estratégico cargo a la cabeza de los abogados que representan al Estado en cuestiones sensibles.
-El viernes pasado desde la Jefatura de Gabinete que comanda Marcos Peña le ofrecieron para abandonar su actual función "saltar" al cargo de embajador extraordinario plenipotenciario y representante especial para los derechos humanos que depende de la Cancillería.
-Sin haber aceptado todavía, Balbín pidió tiempo para analizar la propuesta telefónica e informal, y volver con una respuesta.
-No hizo falta. A media tarde del domingo, el Ejecutivo echó a rodar el nombre de quien sería su reemplazante, lo que le dio, a su eyección, el cariz de decisión tomada.
-Sobrevoló la idea en la PTN de que su perfil "no estaría suficientemente alineado" con la estrategia política el Gobierno, que radicalizó su postura sobre los requisitos que demandaba de esa dependencia. Desde el affaire por el Correo Argentino y su acuerdo denunciado judicialmente como "ruinoso" para el Estado, Balbín no había ocultado su fastidio por haber sido "puenteado" en la negociación.
-Decreto mediante, consiguió que, como salida al laberinto político, los litigios estratégicos que pudieran involucrar conflictos de interés entre funcionarios y empresas quedaran centralizados en la PTN.
-A la par, activó un sumario administrativo y una auditoría para evaluar la actuación en el acuerdo concursal de los representantes oficiales.
-Esa auditoría estaba, la semana pasada, a punto de finalizar cuando Balbín recibió la propuesta de abandonar el cargo. Sus resultados eran clave para el avance de la investigación que había iniciado la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, y para deslindar (o no) la responsabilidad de los "negociadores".
(Le dan más luz al operativo desplazamiento Grabriel Morini por acá, Ignacio Zuleta por acá y Laura Manfredi por acá).
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