Cuenta Pablo Ibañez en Clarín que fue, para el candidato peronista, una reunión con "sus amigos de siempre". A varios los conoce desde fines de los años 70, cuando estudiaban derecho y se juntaban a almorzar en el bar Las Artes enfrente de la facultad, donde luego funcionó el Modena café.
Al mediodía, Fernández se había juntado -luego tocaron la guitarra y cantaron- con Natalia De la Sota en su casa.En el encuentro nocturno, que se hizo en el Café Las Palabras, la "cueva" que tiene Eduardo Valdés, ex embajador en el Vaticano, hubo anécdotas y discusiones sobre fútbol y tango, rubros en los que los comensales juzgan a Jorge Argüello, ex embajador en Washington, como un experto. Late, ahí, un dejo cáustico, a humorada privada.
"Fue un hallazgo para el debate, pero además demuestra que en el peronismo tenemos historia y respeto por los compañeros", dijo uno de los comensales y recordó la campaña del 2015 de Scioli y su derrota ajustada en el balotaje.
El candidato anticipó, además, qué cuestiones imagina que se pondrá a estudiar para el debate del próximo domingo, donde hay temas en los que Mauricio Macri buscará confrontar, como seguridad y corrupción. "Tengo algo preparado" jugó al misterio.
Además de Valdés y Argüello estuvieron Julio Vitobello, Alberto Iribarne, Guillermo Olivieri, Carlos "Negro" Montero, Miguel Pesce y Claudio Ferreño.
A la hora de las fotos, hubo una dedicada especialmente al debate: todos sentados en la "platea" donde están, además, Juan Domingo y Eva Perón, el Papa Francisco, y, de pie, Raúl Alfonsín y Cristina Kirchner.
Todos con el dedo levantado, ironía sobre el "dedito acusador" que Macri le reprochó a Fernández en el tramo final del debate y que es, para el candidato peronista, "una tontería, una excusa para no hablar de las mentiras" del presidente.
Fuera de esa foto, pero presente en la cena y en otras postales, estuvo el décimo pasajero: Juan Manuel Valdés, el hijo del "Gordo", dirigente del PJ porteño y referente del grupo Reconquista.
Son sus amigos de siempre y, se supone, seguirán siéndolo, aunque hayan estado, en algún tiempo, distanciados. Ferreño fue, de hecho, quien se convirtió en la sombra del candidato cuando se apartó del kirchnerismo.
Ahora la "Mesa de Las Palabras" milita la tesis de que no habrá cortocircuitos en el futuro entre los Fernández. Invocan el "feeling positivo" entre Alberto y Cristina y la confianza que existe entre ambos. "Los que esperan que se peleen, se van a quedar esperando", sostienen.
La cena siguió hasta tarde. Se fueron pasadas las 3 AM, se prometieron una guitarreada antes de las elecciones y Fernández contó que al otro día tenía que tomar examen en Derecho.
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