Se cierra el cerco.
"¡No voy a entregar el celular!”, exclamó Darío Nieto cuando un equipo de la Policía Federal llegó a su casa en Palermo, con una orden de allanamiento del juzgado de Federico Villena que investiga múltiples maniobras de espionaje ilegal durante el gobierno de Cambiemos. Nieto fue secretario privado de Mauricio Macri, era el que iba con él a todos lados, y siguió muy cerca de él después de la derrota electoral. Cuando llegaron los agentes y le mostraron la orden para el procedimiento, lo primero que hizo el joven fue encerrarse en su auto y aferrarse al teléfono. Le mandó un mensaje a su esposa: “Me están por detener”, la alertó. No fue lo que ocurrió, porque no quedó detenido, pero en la causa habría audios de los espías implicados que lo comprometen como uno de los posibles receptores de informes de inteligencia basados en seguimientos ilegales, según informaron a PáginaI12 allegados a la investigación.
Balas que pican cerca, más que cerca.
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