Wado De Pedro sorprendió en los últimos días con algunos movimientos: compartió acto y foto con Luis Barrionuevo (foto de imagen) y compartió una actividad, que luego estiró con una reunión a solas durante más de media hora, con Martín Guzmán, el ministro que es el punching ball preferido del cristinismo, al que Máximo Kirchner considera algo así como un empleado del FMI.
Se trata de figuras vedadas por la vice. Barrionuevo es un anti K histórico, con casi 20 años de ejercitar esa condición. Hace tiempo estableció un vínculo con De Pedro y luego, en un momento difícil en su gremio, Gastronómicos, invitó al ministro al plenario de secretarios generales en Mar del Plata. “Era la oportunidad para hablarle a dirigentes de todo el país. No hay que dejar de hablar con nadie. Una cosa es decir y escuchar, otra es acordar”, es el mensaje que baja Wado.
La cumbre con Guzmán tiene una previa que es tan relevante como el mano a mano en el despacho de la planta baja de Casa Rosada. Colaboradores de ambos ministros se vieron unas horas antes, una especie de ablande antes de la actividad que compartirían con Gustavo Melella, el gobernador de Tierra del Fuego. “Acordate, y hacerle acordar a Martín, que Wado salió a bancar el acuerdo con el FMI”, plantearon desde Interior mientras el enlace de Economía dijo que tenían presente ese dato.
De Pedro evita, a diferencia de otros voceros del cristinismo, personalizar en Guzmán y pone el foco en la necesidad de que haya una instancia política que discuta el rumbo económico. No parece tener, a grandes rasgos, diferencias sustanciales con el ministro de Economía aunque se detiene en un punto: ninguna administración puede funcionar con 6 puntos de inflación por mes.
El ministro admite, en sus argumentos, que su agenda diversa y sus modos desentonan con lo que habitualmente hace el cristinismo. “Si nos moviéramos solo por el rencor y la revancha, no hubiésemos armado el Frente de Todos con Massa y Alberto”, baja la línea y sobre eso expande sus relaciones. Cenó con Juan Manuel Urtubey, el ex gobernador de Salta que armó en su casa un asado multicolor donde estuvieron, entre otros, Gerardo Morales, Juan Schiaretti y Emilio Monzó.
1 comentario:
Y, hay 2027 o no hay 2027, en qué quedamos?
CK
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