jueves, 16 de junio de 2022

La firma de los caños

                                  
Desde la Casa Rosada se anunció hoy la firma del contrato de caños para avanzar con la obra del Gasoducto Néstor Kirchner. El Gobierno estima para el invierno del año que viene contar con la obra terminada donde permitirá sacar los hidrocarburos que se produzcan en Vaca Muerta y como meta última tiene facilitar la distribución en el país y exportar. Horas después del anuncio, el titular de Energía Argentina, Agustín Gerez, rubricó el contrato con la empresa SIAT S.A.
La licitación de los caños generó un cruce entre funcionarios del Frente de Todos que desembocó en la salida del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
El nuevo gasoducto se construirá en dos etapas: la primera, cuya finalización se estima para el invierno de 2024, conectará el parque industrial Tratayen, emplazado en el corazón de Vaca Muerta, con la ciudad bonaerense de Salliqueló, cubriendo una distancia de 558 kilómetros y expandiendo el suministro de gas en 22 millones de m3/día a usuarios y usinas de AMBA, además de reemplazar importaciones de combustibles.
Este tramo tendrá un costo aproximado de 1.500 millones de dólares que será financiado con fondos del Tesoro Nacional y del Aporte Solidario y Extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia (Ley 27.605), creado en diciembre de 2020 con el fin de aliviar los efectos de la pandemia del COVID-19 en el empleo y la producción.
Para el invierno de 2023, antes de la ejecución de las obras de compresión previstas para este segmento, el gasoducto ya aportará 11.000.000 m3/día de nueva capacidad.
El gobierno de Mauricio Macri había tenido la iniciativa pero, fiel a su lógica, dejó que todo dependiera del financiamiento privado y en medio del descalabro económico de la administración de Juntos por el Cambio fue imposible avanzar.
Mejor que decir es hacer. 

1 comentario:

Norberto dijo...

" facilitar la distribución en el país y exportar"

Creo que la distribución domiciliaria es una prioridad adecuada, que no creo necesite del gasoducto por la posibilidad de usar combustible líquidos para la generación de energía eléctrica, pero la segunda prioridad debería ser agregar valor antes de la exportación, por ejemplo fertilizantes y plásticos, antes que gas húmedo o licuado.