(3) El día que Néstor despidió a Lavagna

Roberto Lavagna, siendo todavía ministro de Economía, entró el 28 de noviembre del 2005 a media mañana al despacho presidencial con una carpeta bajo el brazo pensando en una jornada de trabajo. En la larga mesa presidencial lo esperaba Néstor Kirchner:
–"Bueno Néstor, te traje estos informes", dijo Roberto que se sentía todavía ministro.
–"Pará, pará, Roberto, antes tengo que decirte algo..."., lo cortó Néstor en seco. 

El encuentro apenas duró 15 minutos que terminaron poniendo un final a tres años, siete meses de gestión de Lavagna, iniciada en aquellas turbulentas jornadas de abril de 2002 de una crisis en el gobierno de Eduardo Duhalde luego de la renuncia de Jorge Remes, que se encargó de lo que se llama "trabajo sucio" para limpiar el camino de lo que viene. Había comenzado la salida de la crisis profunda, seguramente la peor, de Argentina. Herencia que había dejado el gobierno radical de la Alianza del renunciante presidente Fernando De La Rua.

En ese día de la visita a la Casa Rosada, Lavagna ya había quemado las naves unos días antes al denunciar "cartelización" y "sobrecostos" en la obra pública ante los empresarios de la Cámara Argentina de la Construcción, en claro desafío a su rival del momento, Julio De Vido.

En el entorno presidencial kirchnerista de aquellos tiempos consideraban que con el desplazamiento de Lavagna “terminamos con un ministerio-isla; ahora vamos a trabajar en equipo”.
Del lado del economista se limitaron a recordar que fue protagonista del levantamiento del corralito en el año 2002, y del canje de la deuda argentina a principios de 2005 que desarrolló con la presidencia de Kirchner donde no se honorificó ningún pago de la deuda externa con ningún acreedor hasta ese momento.

Pero había terminado el ciclo del super ministro y comenzaba unos años de ministerio de Economía con bajo perfil.