En el secuestro de la cocaína en el barco de las Islas Marshall, atracado en el puerto de la empresa Vicentin en San Lorenzo --provincia de Santa Fe--, la participación de las fuerzas de seguridad fue de nula relevancia. La realidad de la historia es que una barcaza proveyó de alimentos al Ceci (tal el nombre del buque), que fueron depositados en gigantescas heladeras disponibles para que se alimenten 21 tripulantes durante 20 días. En una de esas heladeras, la de carne, el capitán del Ceci descubrió polvo harinado que, de inmediato, sospechó que era droga.
El capitán se contactó con la empresa armadora, la que manejaba el barco, y luego ésta con un abogado relacionado con la Unidad de Información Financiera (UIF), y después el letrado llamó al fiscal Claudio Kishimoto. Se puso así en marcha el operativo que estableció que se trataban de 482 kilos de cocaína en 16 bultos distintos. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se lanzó a hacer su show habitual adjudicándose algún mérito y hasta se subió a una lancha para ir al buque a sacarse unas fotos. Las autoridades judiciales le advirtieron que eso era vulnerar las normas para preservar la escena y entonces se fue a dar una vuelta en la lancha alrededor del Ceci. Bullrich no explicó cómo es que entró semejante cantidad de cocaína a la Argentina, presumiblemente de Bolivia o Perú, tal vez vía Paraguay.
1 comentario:
Tenemos que cuestionarnos como es posible que ésta "mujer" desde hace tantos años y pasados tantos gobiernos siga teniendo el "poder" que tiene. La culpa no es del chanco [con el perdón de los nobles animalitos] sino del que le da la cebada. Estos delincuentes llegan solos? hacen y deshacen todo lo que hacen y deshacen solos?
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