jueves, 22 de julio de 2010

el verdadero rostro de mauricio: ser su propio fiscal



Mientras veía esta foto, recordaba:

"El 7 de septiembre de 2005. Se decía que Ibarra podía ser procesado por la causa Cromañón. Macri dijo: una cosa es que lo llamen a declarar, otra cosa es el procesamiento. La conciencia de Ibarra es distinta a la mía. Yo me hubiera ido antes".

Mientras leía lo siguiente, pensaba:

"Mauricio Macri pasó el día atado al teléfono. Más que nunca. Mientras respondía preguntas por radio o mantenía reuniones con su círculo íntimo, los mensajes de texto se le acumulaban sin parar. Se los enviaban desde el recinto de la Legislatura, a menos de doscientos metros de su despacho, para contarle las novedades del debate. Horacio Rodríguez Larreta, desde su escritorio, también intentaba tranquilizarlo. Aun así, la tensión por el caso de las escuchas y la virulencia con la que comienza a pararse la oposición, mantiene en vilo al PRO. El propio jefe de Gobierno no pudo mas que admitir que su carrera política podría terminarse si avanza la causa en su contra".

Ahí decidió lo del juicio político a sí  mismo. Con mayoría en la legislarura ser el fiscal propio.
Un callejón sin salida. Y la calle y una conciencia muy corta.

pánico: algunos del pro lo quieren echar a durán barba


El Informador Público, normalmente berreta, dirigido por el no menos berreta Guillermo Cherashny, a veces refleja el estado de ánimo de los que están en la vereda de enfrente.
Acá encontramos una nota escrita por Carlos Tórtora que es bastante ilustrativa del caos interno en el PRO que se vive en estas horas a raiz del procesamiento de Macri por el tema de las escuchas.
Pero es nada más que puro pánico.
Se las agarran con el bueno de Durán Barba, a alguien hay que cargarle la culpa. Cualquiera menos al mismo Macri:

Como era previsible en una crisis de semejante magnitud, la interna del PRO se está recalentando a medida que el horizonte político de Mauricio Macri se oscurece por la reciente confirmación de su procesamiento. Más que una lucha entre facciones, que no se descarta que ocurra, el eje central del conflicto es hoy el rol del gurú de Macri, el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba. Éste se encontraría cerca de ingresar al libro Guinness de los records como el único caso de un consultor que se transformó en la conducción política del partido que asesora. Ni bien Macri fue notificado de la resolución de Cámara, Durán Barba se hizo cargo de la situación fijando la postura institucional del PRO, sintetizada en su frase “A la gente las escuchas no le importan un carajo”. Luego se encerró con Macri y le impuso una vez más su teoría: la imagen de aquél no se deterioraría, porque la sociedad es indiferente al escándalo de las escuchas y lo único que quiere es más seguridad y que las veredas estén limpias. Siguiendo con esta simplificación, el consultor sostiene que Macri debe ser indiferente a lo que pase en la justicia y también a lo que opinen los dirigentes que lo critican, porque “lo único que importa es la relación con la gente y la imagen”.


Reacciones

En la plana mayor del macrismo se empiezan a sumar voces que reclaman el desplazamiento del ecuatoriano, por considerar que conduce al PRO a una catástrofe. Entre los más decididos están Diego Guelar y Federico Pinedo, pero próximamente se agregarían más. Los críticos de la estrategia de seguir adelante como si no pasara nada resumen así su postura: “Mauricio quedó aislado políticamente. Felipe Solá y Carrió lo abandonaron y casi no hay ningún dirigente político que lo apoye. El bloque en la Legislatura ya tuvo dos bajas (Daniel Amoroso y Mónica Lubertino) y puede tener muchas más, porque está anarquizado. Además, las gestiones para convencer a los camaristas fueron un desastre. En los despachos de los jueces aparecieron cinco o seis supuestos enviados oficiales diciendo cosas distintas y sólo consiguieron que fallaran en contra. Adentro del PRO nadie baja línea y empieza el sálvese quien pueda”. Este panorama tendría mucho que ver con las perspectivas. Los dirigentes macristas empiezan a vislumbrar que no sólo se les está escapando la Casa Rosada, sino que ganar otra vez en la Ciudad será casi una hazaña.

Los más críticos confían en que Macri reflexione y se siente a armar una estrategia que comience por reconocer la gravedad de la situación que puede llevarlo al juicio político. Por otra parte, el triunfo oficialista de ayer en la Legislatura no garantiza mucho para el futuro. Habría diputados kirchneristas provistos de pruebas todavía no conocidas pero que empezarían a salir a la luz próximamente, evitando así que el tema salga del primer plano mediático.