Leemos:
Terminó ayer en el juzgado de María Servini de Cubría una de las batallas secretas, pero más ardidas, del proceso electoral: la disputa de los colores que podrán llevar las boletas de candidatos. El número de los colores parece ser infinito, pero los partidos se concentraron en unos pocos. Al peronismo le tocó un azul-celeste fuerte, a Rodríguez Saá, un celeste tenue con toques rosados, a Duhalde un verde fucsia que disputó con Carrió y el socialismo. La UCR negoció el rojo con el trotskismo de Jorge Altamira.
6 comentarios:
A partir de tu centro de estudios, mandanos un tratado, sobre la organizacion 'k'.
Las conexiones con 'madres', 'moyanos', 'sergios', 'delias'. Y un tal de 'pocho' ?
Seria interesantisimo, que todos los argentinos, conociesen la organizacion, que pretende gobernar, por mas...!
Apaareció el idiota de las 7 hs.
pregunta de niño de escuela primaria:
¿por qué los radicales son tan poco "radicales"?
Lo más molesto de tu seguidor anónimo más famoso no es lo que dice, porque es lo más buscado cuando entramos a comentarios ("a ver que dice hoy este")sino que me hace chirriar los dientes al leer los desstres gramaticales y ortográficos con que escribe. Y te manda a estudiar... juas
No se si es o se hace, Favia. Gracias.
Es tan salame que pone el despertador para decir pavadas...
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