Ahora no quieren que hable quién denunció el lavado de Clarín.
Lejos de colaborar con la justicia para llevar algo de claridad a la investigación originada tras las denuncias de evasión y lavado vertidas por el autoimputado Hernán Arbizu, una de las primeras gestiones efectuadas por el banco estadounidense JP Morgan apenas estalló el escándalo, a mediados de 2008, fue la de reclamar una medida cautelar para silenciar a su ex ejecutivo. Y la justicia se la concedió.Acosado por una investigación por estafas en Estados Unidos –de la que podría derivar una eventual extradición–, el ex vicepresidente de banca privada del Morgan Hernán Arbizu se presentó en el Juzgado Federal Nº 12, y ante el magistrado Sergio Torres reconoció ser el encargado de canalizar y administrar dinero no declarado de una vasta red de clientes argentinos hacia cuentas de la entidad en el exterior.
Pero no quieren que hable.
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