domingo, 26 de julio de 2015

confesiones de un chico rico


Privilegio de clase.
Joaquín Molla, su amigo personal y uno de los publicistas del gobierno porteño, comenzó a hablarle de realizar alguna actividad para en, principio, desestresarse y finalmente mejorar su calidad de vida.
A mediados de esta semana y en un tiempo que parece ser de “revelaciones” políticas y personales, fue el propio Macri quien develó que tenía una “armonizadora budista” en medio de una entrevista con Magdalena Ruiz Guiñazú.
Ahora le faltaría sólo con probar con un poco de trabajo y de gestión.

3 comentarios:

Tilo, 74 años dijo...

El asunto no se encuentra en que el bicialcalde ande tanteando cómo acomodarse ante la realidad para que le sea útil. El problema gravísimo reside en quienes aceptan sin pestañar que un asesor de imagen ecuatoriano sin principios, sin escrúpulos y al que la ciudadanía argentina le importa un soberano moco, sea quien "aconseje" al subnormal en cuestión.

Los mil y un problemas de base que tiene nuestra ciudad capital no han logrado solucionarse con medidas cosméticas.

Fíjense en los nombres falsos o de pura fantasía: Playas urbanas, Estaciones Saludables, Metrobus, Gum-points, Recibódromo, Subtrenmetrocleta ... hay que tener algo podrido en el marote para sostener semejantes pelotudeces. Aunque acepto que adornadas con globitos de colores y bailando a los saltitos, para muchos no-pensantes no lucen tan imbéciles.

Ciudad generosa ...

Anónimo dijo...

"... con un poco de trabajo y gestión..". Y porque queres maltratar así a los porteños?

Flics

Anónimo dijo...

Me gusta eso de "realizar alguna actividad"; pero en el caso de Macri, la "actividad" parece que consiste en sentarse a meditar, o capaz que cruzar las piernas así o asá.
Cansarse físicamente o quemarse las pestañas está fuera del alcance de su idea de "actividad".
Qué "universo" chiquitito el de este tipo.
M