lunes, 21 de diciembre de 2015

clarín ahora reconoce la brutal transferencia

Según informa hoy Clarín, reconoce que con la baja de los derechos de exportación el agro recibirá casi US$ 3.700 millones adicionales, cerca del 10% de lo que vale su producción. Y por efecto de la devaluación, esos dólares valdrán casi 40% más.
El cálculo lo realizó el IERAL de Fundación Mediterránea. En base a los valores de exportación de 2015, estimó esa suma en US$ 3.685 millones, lo que implica 2,5% de la recaudación nacional, aunque las provincias y municipios también resignarán por vía del Fondo Federal Solidario unos 275 millones.
Con algo de pudor el periodista señala que "si a la menor presión tributaria se le suma los efectos de la devaluación (cada dólar que ingrese valdrá unos cuantos pesos más), ya hay quienes piensan que el gobierno de Mauricio Macri exageró en el bandazo a favor del sector agropecuario".
Y cita a Claudio Lozano: 
“La decisión de devaluar y, en simultáneo, eliminar retenciones implica una transferencia de ingresos hacia los exportadores de soja, girasol, maíz y trigo de 128.868 millones de pesos (de los cuales, el 66% corresponde a soja) y, como transferencia global, equivale a casi el 3% del PBI total de nuestro país”. 
Con una transferencia similar, dirigida a incrementar los ingresos del 30% más pobre de la población más, podríamos terminar con la pobreza”.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

En los hechos, a las exportadoras y a los oligarcas. El pequeño y mediano productor no tienen las espaldas de aguantar tanto tiempo sin vender. Los oligarcas si, y retuvieron todo lo que pudieron para asfixiar al gobierno y forzarlo a irse por la ventana. Son unos cuantos en lo mismo: por ejemplo, Esados Unidos autorizo la entrada de huevos y carne argentinos solo hacia el final del mandato del kirchnerismo. Una forma de apretar al que se iba y una forma de ayudar al que venia que se sabia que era del palo (DE ELLOS), tanto Scioli como Macri.

Marcelo, el gaucho dijo...

La falacia de Clarín consiste en no decir que lo que se le "hace ganar al campo" no proviene de mayores precios internacionales, ni de mayor producción. Proviene, en su totalidad, de dinero que entra en los bolsillos de los dueños de la cosecha (sean estancieros, pooles, aceiteras o exportadores) y que deje de entrar en otro lado (en el Estado argentino) o que los otros argentinos pagan (aumento de precios).

Sin cambio de volumen ni de precios internacionales, un juego de suma cero: el campo gana lo que otros pierden. Vos y yo, por ejemplo.

Mariano T. dijo...

En realidad, se abolió parcialmente una transferencia que existía antes, porque el dinero de cualquier producto es del que lo produce.
Era brutal, es cierto, ahora es menos brutal, y solo para la soja.
En ninguna parte del mundo existe semejante aberración. Fue un paso hacia la normalidad.
Antes de la medida, una explotación agraria le entregaba (o dejaba de recibir) un 85% del valor de la producción que se llevaba el Estado. Ahora en una explotación tipo va a bajar a 65%. Era un montón de dinero la brutal transferencia

Ana dijo...


A los que tambien nos cambio la cara porque no tenemos ni idea de lo que va a pasar con nosotros, es al comun de la gente ahora que nuestro sueldo vale un 29% menos y eso sin contar los aumentos que hay por todas partes. Cambiamos esperanza por preocupacion porque no figuramos en ningun plan de este gobierno. A los que dicen hay que esperar, porque? la gente que ya era rica ahora es 40% mas rica en una semana. Si ellos no esperaron el resto si? Realmente cambiamos. Cambiamos esperanza por incertidumbre, aunque la unica seguriad que al menos yo tengo es quienes son las personas importantes para este nuevo gobierno. Una decepcion absoluta!

Marcelo, el gaucho dijo...

La "normalidad" es un concepto bastante abstracto. Es decir, la normalidad no existe, es una mera convención; si algo es como es durante cien años y deja de ser así durante diez, ¿cuál es la normalidad? ¿La que duró cien años, es decir las retenciones, o la que duró diez, es decir la eliminación de las retenciones? A menos, claro, que "normalidad" sea "como lo hacen los otros"; y a mí, la verdad, lo que hagan los otros me importa un cuerno. Todo el mundo en mi pueblo escucha y baila cumbia, yo escucho antigüedades varias y no bailo ni que e paguen; todo el mundo anda por Buenos Aires en zapatos o zapatillas, yo ando por el centro en alpargatas. "Normalidad" no significa nada, no es ningún valor; nosotros somos nosotros, somos un país que tiene todo el derecho del mundo a decidir no ser como los demás.

Es decir: la sociedad tiene todo el derecho de decidir que el 85% (no es tanto, pero no importa para el argumento) de lo que ingresa del exterior por ese concepto vaya para el Estado, y también tiene el derecho de decidir que vaya para otro lado. Eso es lo que se llama soberanía en un estado democrático. Para tu escándalo, voy a ir más lejos aún: también tendría derecho a decidir que el 100% vaya para el Estado, es decir, a instaurar un régimen comunista. Y también tendría derecho a decidir que absolutamente nada vaya para el Estado, y que los impuestos los pague otro. No hay nada "antinatural" en ninguna de esas opciones, ni tampoco en las intermedias. Sólo hay opciones mejores y peores, y (salvo las extremas) opciones que son un poco mejor para algunos y un poco peor para otros.

La transferencia existió: hasta hace una semana, todo el país tenía derecho a que el Estado percibiera esa guita y la usara en lo que usa guita el Estado; hoy no. Lo que hace un mes iba en determinada dirección, fue transferido a otra dirección.

¿Hubo una transferencia anterior, en beneficio del Estado? Sí, claro. Y antes de eso hubo otra transferencia anterior, en beneficio del sector agrícola, y antes de eso hubo... no, no hubo nada: cuando se inventaron las retenciones no se exportaba grano ni carne. Apenas un poco de tasajo y algo más de cueros, y sobre todo lana.

Resumiendo: la transferencia existe, y la "normalidad" no.

Marcelo, el gaucho dijo...

Vos decís "el dinero de cualquier producto es del que lo produce", pero eso sólo significa que ahora tenemos que definir quién es "el que lo produce". Porque ni vos ni yo nos subimos al tractor a tolvear ni a disquear, ni al camión para ir al puerto; entonces, ese dinero, ¿es del laburante manual? No creo que pongas la firma a semejante afirmación.

El que alquila un campo definitivamente no produce un jocara; entonces ¿no debe cobrar nada? Dale, firmame eso.

Entonces la guita no es del laburante, sino de aquellos que organizan la cosa. Pues bien: resulta que los que organizan la cosa no son solamente los que tienen la guita para pagar los insumos y para comprar el grano. También está el Estado nacional, el estado provincial y el estado municipal; que organizan un montón de cosas, empezando por caminos, seguridad, electrificación rural, hospitales (p. ej. cuando mi vecino metió la pierna adentro de la trilladora), justicia, puertos, canales, control de la langosta (¿o te creés que desapareció sola y se extinguió?), educación para vos y tus empleados, y un montón de cosas más. ¿El 65% ese que vos decís es mucho? Mejor que no haga todas las cuentas, porque hasta puedo llegar a la conclusión de que todavía es poco.

En suma, el dinero es parte del dueño del campo, parte del que pone la guita, parte del que pone la maquinaria, parte del que pone el lomo, y parte del Estado; y es la comunidad la que decide qué parte le toca a cada uno. Si no se pone a decidir en cada caso cuánto le pago yo a un contratista, es porque sería demasiado complejo; pero tiene todo el derecho de forzarme a cumplir ciertas normas que aumenten la parte que le toca al maquinista y al peoncito. Y tiene todo el derecho a decidir qué parte le toca al Estado.

Antes la mayoría de la comunidad (la voluntad popular como un todo no existe) había decidido que imponía un 35% de retenciones; ahora otra mayoría, en la que una pequeña parte formó parte de la mayoría anterior, ha decidido transferir esa guita en otra dirección. Este tipo de posts sólo mide el tamaño en guita de esa decisión, para que cada uno evalúe si le parece bien o mal esa transferencia. A vos te parece bien, y tenés todo el derecho a que te parezca bien. Lo que no tenés es derecho a decirles a los demás que están equivocados, que toda retención es injusta per se, o que no se puede cobrar retenciones en nombre de una inexistente "normalidad".

Mario dijo...

Buena tu info, pero debieras agregar los enlaces a las notas que sostienen lo que promocionás.

josé rubén sentís dijo...

Mario, el link está. En este post sobre el nombre de Clarín.

Mariano T. dijo...

Marcelo Ignacio. Interesante lo que decís.
Es real que si la gente vota a un gobierno que quiere poner un impuesto a la berenjena, éste es legítimo por más que sea una pelotudez.
Pero también es legítimo decir que un impuesto que no existe en ningun lugar del mundo es anormal, o que una carga impositiva total del 85% a pymes es abusiva.
Al levantarse el abuso, hay una transferencia inversa a la primera. para mí esta perfecto.
De todos modos, en este caso, el 30% de la soja va a representar en 2016 más pesos que todas las retenciones juntas de 2015. Por eso desde 2016 la lucha es que también lo saquen. El Estado va a recuperar por todos los demás impuestos.
Acá tenés cálculos del 85% sumando tods las cargas
http://patriachacarera.blogspot.com/2015/12/los-numeros-de-la-agriculturatomo-3.html
En cuanto a quien es el productor, no tengo ninguna duda, es el que corre el riesgo. Ni el dueño de la tierra, ni el laburante a sueldo, ni el dueño de las máquinas, y por supuesto ni el Estado ni nadie de afuera de la producción.