martes, 26 de enero de 2016

uno de los monjes negros


Mauricio Macri ya había tomado una de las decisiones más polémicas del primer mes de mandato: nombrar a Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti como jueces de la Corte Suprema mediante un decreto de necesidad y urgencia (DNU). Consciente de la controversia que traería la medida, citó a la Casa Rosada al ministro de Justicia, Germán Garavano, para notificarlo de la existencia del DNU y solicitarle que oficiara de vocero. Cuando Garavano ingresó al despacho presidencial se encontró con un invitado inesperado: Daniel Angelici.
La escena sirve para destacar la ascendente influencia de Angelici sobre Macri. Personaje destacado de la nueva estructura de poder, el presidente del club Boca Juniors tiene una cualidad casi única en el mundo Pro: es resistido y respetado en partes iguales, pero su presencia no resulta indiferente para nadie.
La Justicia, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), la Inspección General de Justicia, el juego, el fútbol... Angelici amplió su radio de acción.
La Nación cuenta que a partir del 10 de diciembre, sumó nuevas responsabilidades.

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