2) Margarita Barrientos estaba orgullosa en la presentación del restaurante que armó en Los Piletones en un vagón de madera del subte que le donó el gobierno macrista y la tarima de madera que habían armado para la ocasión se desplomó y los funcionarios nacionales y porteños que había invitado terminaron en el piso. Frigerio cayó junto a una palmera que habían puesto en la tarima como parte de la decoración.
3) Señales. El derrumbe en la imagen de la gestión de Cambiemos no viene sola. Trae consecuencias.
5 comentarios:
Una verguenza y un asco lo del "restó" reciclado con los pedazos de un estado saqueado para uso partidario. En medio de la destrucción y aniquilamiento del tejido social, la caida de la clase media y media baja, el aniquilamiento de pymes e industrias, el colapso económico, el saqueo a los jubilados, el maltrato a los docentes, el desguace del estado, el "ministro del interior" monta un "evento cool" celebrando la miseria, no podía salir peor.
Si esta no es la mejor metáfora de la peor de las demagogias, la corrupción mas patética y la miseria maquillada, le pega en el palo.
Buen resúmen de la metáfora.
Sturzenegger cree que su plan funcionaría si no tuviese que emitir.
Caputo cree que su endeudamiento es una obra maestra.
Peña cree que con comunicación política soluciona problemas económicos.
Dujovne cree en los excel creativos que hacen en su ministerio sin poder.
Así estamos.
Asi que ahora es EMPRESARIA, se ve que rinde el negocio de los COMEDORES.
¿Para esta truchada desmantelaron la utilería de la TV Pública? - Tá lindo, eh, una "iniciativa privada" con "donaciones" estatales, el dulce encanto de hacer de pobre oficial...
Después de la pileta en la que no te ahogas ni en pedo (literalmente), a como mucho un porrazo... Y el logro de "después de más de 100 años el Gobierno logró que "baje el gasto, que baje el déficit, que baje la inflación, que bajen los impuestos y que el país crezca dos años consecutivamente", MM era mi opción, si se postula en las próximas elecciones.
Ahora, hacerle esto a Margarita, no se lo puedo perdonar.
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