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sábado, 27 de marzo de 2010

estaba mirando este gráfico y me acordé del 28J



Que tiene que ver con la recuperación de la Argentina señalando a este enero en un interanual de 4.9 de crecimiento.
La suba fue precedida por la del 4,8 en diciembre, dando una clara muestra de la recuperación de la actividad, desde los niveles de fines del 2008 y comienzo del 2009, cuando la crisis golpeó con mayor dureza la economía local.
Pero me llamó la atención que el punto más bajo fue el mes de junio.
Y lo que despertó mi curiosidad, dato que no tenía, fue asociar esta fecha con el 28J, en que el gobierno logra un triunfo magro a nivel nacional y una derrota estrecha en buenos aires.
Y recordé también a Perón cuando señalaba que la viscera más sensible del hombre es el bolsillo.
Y me pareció positivo mirando el proceso de construcción política que nos queda en estos tiempos.
Y me llevó también a asociar porque tanto interés de la oposición de frenar el crecimiento en estas semanas.
Y el rol de obstrucción informativa de la prensa monopólica.
Y una pregunta obvia:
¿Cómo será entonces el escenario electoral del 2011 con una Argentina en crecimiento?.

domingo, 27 de septiembre de 2009

para ir pensando el 2011: un cuarto del electorado apoya al kirchnerismo


Para mi, hoy preguntarse quién te quiere más, tu mamá o tu papá, son superficiales.
Si es Néstor o Cristina. O quién.
Hay otras discusiones y acciones previas.

La consultora Isonomía, que no es del palo pero fue una de la que más cerca estuvo en los resultados electorales del 28 de junio, asegura que el kirchnerismo actualmente ostenta un cuarto del electorado nacional que apoya cualquier iniciativa del oficialismo.

Pablo Knopoff, director de la consultora, explicó a La Tecla en Vivo (Cadena Río FM 88.7) que “hay una predisposición negativa por parte de una cantidad importante de los segmentos poblaciones hacia las iniciativas del kirchnerismo, y al mismo tiempo hay un segmento poblacional, que ronda un cuarto del electorado de la Argentina, que tiene una predisposición positiva. Si esto se consolida es muy difícil de revertir” para el oficialismo de cara al 2011.

Sin embargo, Knopoff aclaró que rumbo a las próximas elecciones “el kirchnerismo ya tiene su porción de torta, pero el tema es que cuanto más personas dividan más esa torta, la porción del kirchnerismo será más grande”.

Si Kirchner compite contra un Reutemann, contra un Cobos, contra un Macri, y contra un Das Neves, la posibilidad del kirchnerismo (de ganar) es más grande”, continuó el consultor, quien indicó que “va a ser esencial la construcción de la oposición, lo que pasará con la reforma política y de los partidos políticos”.

Según estos números se desprenden según mi humilde criterio, dos estrategias:

1) Como vemos, la única posibilidad que tiene la "oposición" es unificar en una sola fórmula a todos los matices que se oponen al gobierno. Si hay más de una, se les complica.

2) Y como también observamos, ese núcleo duro del kirchnerismo, no se puede quedar solo con esa base. Tiene que recomponer el marco de alianzas. Recomponer mayorías.

Es interesante, ¿no?.

miércoles, 19 de agosto de 2009

desde la esquina de defensa e independencia nos llega la carta nro. 6



El amigo Coco Plaza me envía la nro. 6 de Carta Abierta.
Vale la pena su publicación y lectura:


No somos mujeres y hombres del escándalo, nuestras conciencias no son saltimbanquis de la alarma. Al contrario: los hechos graves como el de la pobreza de amplios sectores de la población nos atañen. La pobreza atañe al fondo último de nuestros compromisos, la idea de igualdad, nuestras antiguas y recientes militancias. Nos compete, nos atraviesa. Por eso podemos decir: no nos escandaliza. El escándalo es gesto espectacular y ademán avieso. El rostro de los pobres se vuelve superficie de inscripción de llamados evangélicos, sacralidades disponibles, obsceno plano televisivo y objeto de malversación política. Nos atañen tanto las vidas dañadas por la miseria como su circulación en un imaginario que las despoja de creación, potencia y libertad.

Un presidente que desguazó las anteriores tramas sociales pudo decir “pobres habrá siempre” mientras creaba las condiciones para un inédito hundimiento de los salarios y los empleos. La conmoción del 2001 hizo visibles a contingentes de desocupados que habían encontrado en su exclusión el ímpetu para un descubrimiento de sus propias facultades organizativas y políticas. El gobierno iniciado en 2003 pensó al trabajo como una vía de recuperación de la dignidad para los desposeídos. Expansión del empleo y paritarias fueron las llaves precisas y, a la vez, el horizonte deseado. Detenido el ciclo, en la tormenta del mundo, la pobreza se hizo tópico de lo irresuelto. También, núcleo rutilante de una confrontación que es necesario deshojar.

En una iglesia de Liniers, en los palacios vaticanos, en los palcos ruralistas y en los grandes medios se agitan hilos que provienen del mismo ovillo. Ovillo que es idea: es posible aunar la mayor riqueza –dada por la propiedad privada de ciertos recursos- con la asistencia caritativa a los más pobres. Campo y Cáritas. Soja y comedor popular. Para que ese enlace sea fructífero y económico debe prescindir de lo que es visto como poder coercitivo y expoliador: el Estado. Y también del enlace de la cuestión de la pobreza con los temas de la justicia y la igualdad. Pobres habrá siempre, para atenderlos está Cáritas. La limosna es la vía celeste para unos y la sobrevivencia menoscabada para otros. Contra ella es necesario volver a situar la defensa de lo público, el engarce de la cuestión social con otros modos de la justicia y la apuesta no a la victimización de lo popular sino a su recreación política.

¿La justicia pendiente del presente no está ligada a la justicia respecto de un pasado criminal? ¿No está la deuda social impaga vinculada a una renovada reflexión sobre las condiciones de una redistribución del ingreso que afecte no sólo a los trabajadores en blanco? ¿Es posible encarar medidas imprescindibles, como un plan orientado a la resolución de las necesidades alimentarias de la población, que tenga alcance nacional y solidez nutricional, sin herramientas impositivas y recaudatorias? Sin retenciones hay limosna. Con retenciones: debate público y politización.

Decir eso suena a mala palabra: ¡quiénes son los extraviados que en el contexto de un ataque masivo a la política reclaman mayor politización! Nosotros: en la intersección, ya lo decimos, de Defensa e Independencia. En otras esquinas priman otros tonos: la indignación y la sospecha. El hombre típico de Corrientes y Esmeralda es hoy alguien que sospecha. Alguien que ve, tras los discursos y los valores de la política, una razón oscura que sería su verdadero sentido. Una razón material, crematística, que funcionaría como hilo explicativo de toda conducta pública. ¡Quién les paga!, es el grito de guerra en una Argentina con una larga devastación de las conductas políticas. Contemporáneo a ese sentimiento está el de la indignación, el ademán del usuario enojado, del ciudadano reclamante, del movilero agitado en persecuciones varias, del periodista de piso que frunce el ceño. ¡Hasta cuándo!, resuena como eco. Entre la sospecha y la indignación se sumerge la vida política del país. Quizás el ejemplo más claro de esto es la mutación de la condición del lector en gritón de los diarios digitales: ya no es el que acude a un encuentro con lo desconocido -que le exige no poca disposición amorosa para comprender- sino el que lee como excusa para el rezongo o la suspicacia insidiosa. Es el rumor mismo, la pasión arraigada en los subsuelos de los modos de vida que agrieta los cimientos mismos de lo público. Alimentados por una larga historia de desalientos y exacciones. Recreados como fábula moral en las usinas mediáticas. La nueva derecha vive en esos relatos y hace de ellos santo y seña.

Hoy esos ríos profundos de la vida contemporánea minan las bases de la gobernabilidad. Lo hacen ahora con el gobierno nacional. Lo harán luego contra otras representaciones. Lo que en su momento llamamos destituyente es eso: una articulación y un impulso, una organización de sentimientos difusos para dirigirlos, sin pausa y sin errancia, contra un objetivo determinado. Por eso los jefes de ese movimiento no son hombres de la política, aunque ellos pretendan usufructuar sus resultados inmediatos. En el fondo se intuyen las futuras víctimas si no logran pactar con ese sordo rumor. Nadie es creíble, nadie está firme. Parecen a salvo aquellos que se escudan en el reconocimiento directo de las razones mercantiles: los que declaman sus historias empresarias, los que piensan la política como un momento más de la expansión de los negocios. Bajo sospecha quedan aquellos que intentan recurrir a los discursos ideológicos o a las tradiciones políticas. Los que confiesan se convierten en testigos protegidos del juicio al entero sistema partidario.

¿Puede reconstituirse lo público en un tembladeral animado por esas fuerzas sentimentales y anímicas? ¿Puede reconstituirse lo público amenazado por la sensibilidad del miedo, la sospecha y la indignación? ¿Qué política podrá sustraerse de esa atmósfera en la que se reclama el reino desembozado de los intereses privados, porque finalmente serían los únicos sinceros?

Una elección parlamentaria ha transcurrido hace algunas semanas. Los resultados fueron adversos para el proyecto que desde estas cartas acompañamos. En cierto sentido, las advertencias que recorrían los escritos anteriores fueron confirmadas: crecieron electoralmente los adalides de la restauración conservadora, fueron ungidos los que debaten en sus gabinetes cerrados si apurar el paso hasta la caída o dejar llegar las cosas –el gobierno exánime- hasta el 2011. El triunfo de Unión Pro en la provincia de Buenos Aires, con un candidato que exhibe como méritos una caudalosa fortuna y destrezas televisivas, pone en evidencia la articulación política de los rasgos profundos de la época: el llamado a la desnuda presencia de las razones mercantiles como latir vital de la actividad pública y la mediatización de la política, convertida en mero apéndice de ficciones publicitarias que toman inspiraciones épicas –en una época que sin embargo pretenden disciplinada por las grandes fuerzas corporativas económicas- y se basan en idealizaciones de la vida popular –cuando estamos en un tiempo en que lo popular resiste dificultosamente la segmentación brutal de las experiencias colectivas-. Esos rasgos no los inventó la derecha. A lo sumo, sus políticos y publicistas son los que más descarnadamente, sin culpa y sin velos, los incorporan y expanden y por ello pueden recibir los mejores dividendos. Los que se mueven como peces en el agua en la sociedad del espectáculo.

La elección de junio hizo visible la debilidad en la construcción de otra escena para la política. De una escena en la que las fuerzas provengan de la militancia popular y no de las mediciones de rating, en la que los candidatos y funcionarios se elijan menos por la opinión pública y más por sus compromisos persistentes, en la que los diálogos tengan menos de representación de roles que de apertura a problemas, en la que el voto se dirima por la defensa de las condiciones reales de vida y no por la presión de los conjurados mediáticos. ¿No serían éstos menos eficaces en su monserga destituyente si estuvieran menos impagas las deudas sociales? Al gobierno lo atacan los jefes agromediáticos por sus aciertos y no por sus errores. Pero en las urnas perdió también por sus traspiés, sus titubeos, sus debilidades. En manos de un electorado que parece más tomado por el desánimo o la apatía que por el entusiasta abrazo a las consignas de derecha.

La restauración conservadora está en curso y en ella se unifican poderes corporativos –el empresariado nucleado en AEA, la airada mesa de enlace, el bloque mediático y algunos políticos-. Sin embargo no puede pavonearse de legitimidad por el resultado electoral. Porque no está mellada la capacidad gubernamental y porque en los cuartos oscuros también fueron ungidas representaciones parlamentarias que arrojan a la escena problemas necesarios de ser tratados en pos de una sociedad más equitativa y justa.

Si el proceso abierto en el 2003 estuviera cerrado, si sólo quedase la organización de una retirada ordenada, el gesto de la crítica sería intento de autoexclusión de la derrota. Una precaria salvación. Por el contrario, si hay que mencionar errores es en función de otra hipótesis: la de que hay un núcleo de valores fundamentales de este proceso que es necesario no sólo defender sino expandir en los próximos dos años. Y que se defienden y se expanden si hay capacidad de reinventar a la vez políticas de gobierno y de impulso de las autónomas voluntades militantes. Si hay capacidad de pensar como interlocutores no a las corporaciones con sus poderes de veto y sus agitadas amenazas sino a los argentinos de a pie: a esos que tienen el poder de su reunión, su fuerza y su voluntad.

Las urnas hablaron, pero su mensaje no tiene por qué ser aquel que los personeros de la destitución creen escuchar. Al contrario, muchos leyeron en ellas el llamado a un activismo renovado, capaz de procurar ámbitos de encuentro, creación de ideas en común, imaginativas defensas de lo público. En algunos lugares el nombre de Carta abierta bautizó esas experiencias que cavan el presente no sólo para atrincherarse en la prioritaria defensa de un gobierno legítimo sino también para encontrar los destellos de una política renacida. En muchas ciudades los hombres se reúnen en Defensa e Independencia. Quizás porque esa esquina siempre esté en el núcleo más íntimo de nuestras búsquedas.

No venimos aquí, al púlpito de la esquina, a presentar la cartilla para la reconstrucción de una militancia popular. Por el contrario: venimos a decir que estamos perplejos y asombrados. Que a la vez que hay indicios de la posibilidad cierta de una catástrofe conservadora hay un énfasis del gobierno en no retroceder en sus decisiones fundamentales y los hay también de una múltiple voluntad colectiva. Podríamos decir: falta la construcción. Nos privamos de hacerlo, para que quede el vacío ruidoso de aquello que no sabemos ni qué sería ni cómo se hace. Apenas intuimos, y que valga como susurro, que mucho de pasión por el presente, de donación a los entusiasmos de lo que viene y de renuncia a las rigideces del pasado, serán actitudes necesarias.

¿Estamos pidiendo más a un gobierno cuya existencia está, sin dudas, amenazada? ¿Estamos concurriendo a la conjura de las exigencias que pueden alterar la vida institucional? ¿Es tiempo de solicitar, una vez más, profundización de los cambios, o sólo se trata de apegarnos a los hechos, a un realismo de la continuidad, para evitar lo peor: la desestabilización, el ascenso brusco de las derechas, el triunfo de las más radicales presiones corporativas, el escenario hondureño? El gobierno está sitiado. Por una confluencia que quizás nadie pueda detener. En el sitio conjuga gestos defensivos, audacias inesperadas y perseverantes compromisos. Entre estos últimos, la actitud de condena frente al golpe en Honduras ante la indiferencia de muchos e incluso la crítica obtusa ante la decisión de la Presidenta de ir al lugar de los hechos para dejar claro que la recuperación democrática en ese país no sólo reclama la acción de las cancillerías o de las instancias diplomáticas internacionales. Honduras nos atañe. Habla de nosotros. Como Argentina habla de Bolivia. Y Bolivia de Venezuela. Y Venezuela de Ecuador. Destinos cruzados y necesidades mutuas en un contexto signado por la expansión de la presencia estadounidense en Colombia de un modo que remeda, amenazante, las viejas prácticas imperiales.

En cuanto a la actitud que el gobierno de Cristina Fernández debiera tener en esta situación amenazada, algunos prescriben concesiones ante grupos de presión; otros la defensa de las políticas económicas sostenidas. Si solicitamos más, es porque consideramos que esa defensa sólo puede desplegarse sobre la constitución de un horizonte político, sobre el hallazgo colectivo de un proyecto que exceda y desborde la actualidad, sobre el sueño común de reinvención de lo público. Sin esa dimensión utópica, sin esa perspectiva que reinscriba los hechos cotidianos en un relato que los excede y potencia, no hay renovación de las posibilidades gubernamentales pero tampoco de las políticas populares. La idea de cambio fue, publicitariamente, capturada por las derechas mientras el gobierno hizo campañas de reivindicación de lo hecho. Pero la política no es el cierre sobre el presente, salvo que se resigne a devenir administración de lo dado. Es desde las fuerzas que efectivamente han transformado mucho en este país y en estos años, desde las fuerzas que han puesto en discusión razones profundas de la transformación social, que se debe recuperar la invocación al cambio. El llamado a la construcción de una sociedad emancipada de sus grilletes y reparadora de sus injusticias.

Se hizo, es cierto. Defendemos lo hecho. Pero lo que pende es fundamental: la reposición de las instituciones estatales en las condiciones de producción contemporáneas, el planteo de un sistema impositivo que tenga un carácter progresivo o desplegar nuevas regulaciones al capital financiero, son algunas. Otras ya las hemos mencionado. Insistimos: no como gestores de un balance de una empresa en quiebra. Sino como trabajadores de su recuperación. La nación está en juego. Y las vísperas del bicentenario podrían ser ocasión de una apuesta imaginativa que desborde los fastos conmemorativos y los rituales previsibles. De una apuesta que incluya los temas postergados de la emancipación, como la relación entre la nación y las comunidades culturales y étnicas que la precedieron. La reivindicación de los pueblos originarios presupone una profunda invitación a poner en cuestión los fundamentos culturales que nos cobijan, no para abandonar los que nos son comunes sino para que nos sean comunes los que surjan de nuevas revisiones históricas.

La idea de que es necesario reabrir las posibilidades de la historia, no puede escindirse de la emergencia renovada de organizaciones populares. ¿A quién le habla el gobierno cuando habla?, es una pregunta que si notoriamente está vinculada con los estilos comunicacionales dice también sobre cuestiones estratégicas. Porque a la escena de las presiones de las corporaciones patronales sólo se la combate con una escena de escucha y conversación con los partidos políticos populares y con los movimientos sociales. Y a la escena de los titiriteros mediáticos se la confronta no sólo con medios públicos -que son necesarios-, no sólo con la democratización que supone una ley de servicios audiovisuales -que es urgente e imprescindible-, sino también con una escena política autonomizada de la lógica mediática. Incluso, la que ocurra en los esfuerzos últimos que realicemos para que nuestra propia conciencia vuelva a albergar la noción básica de autonomía crítica, ética de convicción y templadas responsabilidades para reconstruir un sentido de verdad ante las derechas que en el vaciadero de los conceptos, se revisten con los viejos temas de las izquierdas. No es que las ideologías hayan desaparecido, sino que se las modula como una más de las mercancías que se le ofrecen al consumidor.

Alguna vez dijimos que a las acciones de este gobierno, incluso a algunas de las más relevantes, les faltaba lo previo: una cierta elaboración en la cual se inscribieran con la fuerza necesaria, pero también su enhebramiento con un entramado de voluntades y activismo, capaz de proponer temas, de situar problemas, de hacer y defender políticas. No se trata sólo del horizonte político futuro. Incluso la institucionalidad gubernamental requiere, para sustentarse sin graves cesiones a los poderes corporativos -que encuentran hoy en el empresariado más concentrado un programa completo de transformación de la economía argentina- , de una revitalización de las organizaciones populares.

Eso que falta es necesario para preservar los aspectos más profundos y relevantes de estos años. Para preservar y expandir la política de derechos humanos; la integración regional; los derechos laborales; decisiones soberanas respecto de los organismos financieros internacionales; instituciones de defensa alejadas de las doctrinas de la represión; la inversión de recursos en ciencia y técnica. Preservar y expandir es, también, ir más allá de una concepción economicista que sitúa al crecimiento como estrategia rectora última. La crisis mundial dejó interrumpido ese camino de expansión de la inversión, empleo y mercado interno. La idea de distribución de la riqueza vino asociada no sólo a un retintineo promisorio sino a la efectiva reactivación de la economía. La crisis afecta ese despliegue, que quizás tenía núcleos internos que lo volvían ciego ante ciertas situaciones de exclusión y desigualdad social.

El debate sobre las asignaciones familiares a trabajadores informales o a desocupados, la idea de ingreso universal de ciudadanía, los planes diferenciados para atender situaciones de pobreza, fue postergado en función de una perspectiva economicista. La ausencia de políticas reparatorias que atenuaran las desigualdades dentro del interior del mundo laboral, aligeró como palabras al viento aquellas que nombraban las efectivas medidas de justicia existentes. ¿No tuvieron relación los resultados electorales con esa ausencia? Porque no hay metáfora más errónea que la de traición, que supone a los votantes como seres arrastrados a una decisión cuyo sentido ignoran. Hay, en todo caso, un disgusto, una necesidad, una crítica, que benefició, especialmente, a los dirigentes surgidos de las falanges restauradoras y los gabinetes fantochescos que inventan políticos por encargo. Lamentamos esa decisión emanada de las urnas. Pero no serán las explicaciones consoladoras las que permitan revertirla.

La reversión es posible, pero requiere un modo novedoso de tratar lo público. De volver a considerar lo público. Está en juego eso en la política nacional pero también en la ciudad de Buenos Aires, en esta ciudad con sus plazas en las que se leen estas cartas, con sus edificios sanitarios amenazados por operaciones inmobiliarias, con sus parapoliciales que desalojan espacios comunitarios, con sus jefes de policía que surgen de las más tenebrosas historias de encubrimientos y exacciones. Medidas que pretenden hacer campo raso de lo heterogéneo y de la ciudad laboratorio de la nueva derecha. Nuestra calle, aquí, es Resistencia.

El jefe de gobierno de esta ciudad es un empresario. Como tal parece menos enjuiciable que los hombres de la política. Ante el banquillo del juicio que la sociedad mediática encara, se lo presume inocente. Quizás no del todo, pero sí más que aquellos que hablan más de política que de negocios. Por eso, puede reírse de las combinaciones entre tintorerías y prostíbulos en los barrios pobres de la ciudad. Ha ordenado desalojar huertas y expulsar hombres y mujeres sin techo. Ha burlado a los docentes y a los trabajadores de la salud. Ha imaginado desalojar los antiguos neurosiquiátricos, menos por un libertarismo antimanicomial que por la valorización de los terrenos. Ha nombrado un jefe de policía en cuyo nombre se anuncia la acentuación de estrategias represivas y de funcionamientos corruptos. Perdiendo votos, sin embargo ha ganado las elecciones. Quizás porque en figuras así se condensan las fuerzas anímicas del miedo, la sospecha y la indignación.

No es un problema de los porteños. En Nueva York le pagan a los desocupados un pasaje de ida para privar de su miseria a la ciudad. Pero esta es nuestra ciudad: en ella debemos disputar cada esquina, cada barrio, cada discurso y cada idea. Contra esa articulación reaccionaria, es necesario situar una agenda de recuperación de lo público: del espacio, de las conversaciones, de las políticas, de las instituciones, de los recursos naturales, de las facultades humanas. El mercado, sabemos, es capaz de apropiarse y gestionar todo eso, bajo la lógica de la ganancia y el rendimiento comercial. Y hay políticas estatales que se subordinan a la obediencia de esa lógica. Incluso, algunas políticas nacionales, como la que regula la minería, en la que prima la explotación inmediata antes que el resguardo de los derechos comunitarios. Recuperar lo público es poner en cuestión esos criterios, situarlos en el marco de una discusión que no debe aceptar para sí los límites de lo ya dado, sino que debe constituir el horizonte utópico y realizable de lo porvenir.

Hay mucho que preservar y hay mucho por hacer. Aunque minado por la sospecha y la indignación existe un terreno en el que eso se dirime: la política. Las diversas tradiciones ideológicas que han puesto el acento en lo popular y sus potencias tienen ante sí un desafío mayúsculo: el de considerar su confluencia sin exclusiones, su situación sin mezquindades y el futuro con inédita imaginación.

Aquí en esta esquina somos una suerte de conjurados. En defensa de un conjunto de políticas desplegadas desde el 2003 y del derecho del gobierno a perseverar en ese camino y con la independencia de criterio que nos dan nuestras propias experiencias, valores, ideas. Nuestro llamado al coraje colectivo contra el operativo derrumbe no resuena en el eco de los espacios vacíos. Al contrario, rebota en los cuerpos, se ahínca en los sueños, se intercambia en la reflexión común. Por eso creemos que no se puede hablar de derrota ni de victoria ni nos está dado el tono de la certeza. Sí saber que lo que sucede nos atañe. Y por eso no nos escandaliza.

viernes, 14 de agosto de 2009

mientras tanto néstor hace jueguito


Mientras Lilita llora en A Dos Voces y critica a Cobos.
Mientras Cobos le dice a Lilita que no ponga piedras en el zapato.
Mientras Felipe aprieta al colombiano y éste le baja el precio a Macri lanzando a Felipe también de candidato a presidente.
Mientras Duhalde tira de los piolines para recuperar algunos alfiles que le prestó al PRO y habla de Reutenman para molestar a Macri.
Mientras la dejan sola a la Michetti para apoyar a Rodriguez Larreta y la Michetti conversa con Cobos para avisar que no se hagan los boludos.
Mientras Mariano Grondona lo blanquea en su programa a Cavallo y el Turco Asís a Menem en Crónica.
Mientras Magnetto de Clarín se gastó unos corderos para seducir a PJ disidentes.

Mientras tanto, Néstor, hace jueguito y hoy parece que fuera con esa redonda, Corbata o Maradona o Messi. Entre los compañeros de la Villa 15.
Con Hebe.
Entregando viviendas:



"Tenemos una visión de país. En una elección nos puede ir mejor o peor, pero uno no va a cambiar. Al contrario, si un resultado no se da como uno esperaba, lo que tiene que hacer es predicar más".

fernández vs fernández





Alberto: "Me espían desde el gobierno. Me interceptaron un mensaje de texto que le envié a Cobos".

Aníbal: ¿A mí qué me importa si se reúne con Cobos? Está en todo su derecho. Y además los mensajes de texto no se pueden leer. Y no lo haría nunca porque la Ley de Inteligencia que se sancionó en 2009 lo prohíbe expresamente, pero tampoco lo haría por un tema de principios".

Alberto: "Mi separación del directorio de Papel Prensa y las remociones de Marcela Losardo de la Secretaría de Justicia y de Nicolás Trotta de una subsecretaría de la Jefatura son represalias".

Aníbal: "Alberto habla en todos lados, hasta en Cartoon Network", ¿qué interés podemos tener en escucharlo si habla por todos los canales de televisión, con todo el mundo?.

Alberto: Entre risas: "Son cosas de Aníbal. Eso es lo que dice Aníbal, no importa, sabemos que no es cierto".

Aníbal: "Yo encontré la forma perfecta para evitar ser eventual víctima de espionaje, que consiste en que no me encuentren diciendo alguna estupidez por teléfono ni escribir nada inconveniente.

Alberto: "Estás poco tolerante a escuchar".

Aníbal: "Andá a fangulo". (Traducción: hacete culear boludo).

jueves, 13 de agosto de 2009

¿nace el germen de un nuevo frente?: los que dieron una mano anoche



Paso 1. El quórum.

Ese primer paso del oficialismo para iniciar la sesión, o sea conseguir los 129 diputados, fue logrado con la ayuda de 22 legisladores aliados.

A los 109 diputados del Frente para la Victoria, se sumaron los del bloque de la Concertación, Encuentro Popular y Social, Dignidad Peronista, Guardia Peronista, Proyecto Progresista, Partido Nuevo, De la Concertación FORJA, Renovador de Salta, Consenso Federal, Frente Cívico por Santiago y Movimiento Popular Neuquino.

Es decir, que sólo dos diputados oficialistas no han ocupado sus bancas a la hora de iniciar la sesión.

Otro dato destacado es que uno de los que ayudó al kirchnerismo a conformar el quórum fue el cobista de Río Negro Juan Carlos Scalesi.

De los diputados de centroizquierda sólo cuatro legisladores dieron quórum, lo que marca que el proyecto de ley del oficialismo no conformó a la mayoría de los presuntos aliados. Sólo Vilma Ibarra, Jorge Rivas y Ariel Basteiro, de Encuentro Popular y Social, y Leonardo Gorbacz de Proyecto Progresista dieron quórum, ya que Proyecto Sur, Solidaridad e Igualdad y Libres del Sur no ingresaron al recinto.

En la lista de aliados que brindaron quórum, según pudo saber Parlamentario.com, se encuentran: Héctor Alvaro y Hugo Prieto (De la Concertación); Ariel Basteiro, Vilma Ibarra, Jorge Rivas (Encuentro Popular y Social); Emilio Kakubur (Dignidad Peronista); Paola Spatola (Guardia Peronista); Leonardo Gorbacz (Proyecto Progresista), Francisco Delich (Partido Nuevo); Silvia Vázquez y Claudio Morgado (De la Concertación FORJA); Mónica Torfe (Partido Renovador de Salta); Juan Carlos Scalessi(Consenso Federal); Daniel Brue, José Herrera, Zulema Luna de Marcos, Cristian Oliva, Mirta Pastoriza, Jorge Pérez (Frente Cívico por Santiago del Estero); y Alicia Comelli, José Brillo y Hugo Acuña (Movimiento Popular Neuquino).

Con 131 diputados en sus bancas, comenzó la sesión a las 15.12, y fueron los aliados del Frente para la Victoria quienes ayudaron a conforman el quórum -129-. Entre ellos se encontraban los radicales K de la Concertación Plural, los diputados del Movimiento Popular Neuquino, los santiagueños del Frente Cívico y Social, los del ARI fueguino, los integrantes Encuentro Popular y Social. El diputado que logró el quórum fue el socialista K, Ariel Basteiro.

Paso 2. Los votos.

A las 12, tras nueve horas de debate, el oficialismo, junto a varios aliados, logró aprobar en general la prórroga de las facultades delegadas con 136 votos a favor, 100 en contra y 7 abtenciones.

Pudimos ver ayer que los aliados fueron fundamentales para conseguir el quórum para debatir y aprobar las facultades delegadas.

Al bloque del Frente para la Victoria se le sumaron 22 legisladores aliados. El bloque de la Concertación, Encuentro Popular y Social, Dignidad Peronista, Guardia Peronista, Proyecto Progresista, Partido Nuevo, De la Concertación FORJA, Renovador de Salta, Consenso Federal, Frente Cívico por Santiago y Movimiento Popular Neuquino.


La aprobación fue lograda por el acompañamiento de los 109 diputados del Frente para la Victoria junto al bloque Encuentro Popular y Social, el diputado cordobés Francisco Delich, los diputados del Movimiento Popular Neuquino, la Concertación Plural, el Frente Cívico por Santiago y los diputados Paola Spatola, Carlos Raimundi y Emilio Kakubur.

A la hora de votar, los diputados denominados de centroizquierda se dividieron y en su mayoría se abstuvieron mientras que otros apoyaron al Gobierno.

domingo, 12 de julio de 2009

leete esto: el colorado ahora lo ve muy chiquito a tachuela


Nota completa de hoy en Crítica Digital:


Desde el 28 de junio pasado, Francisco de Narváez lo ve cada día más chiquito a Eduardo Duhalde. A su convicción de que el ex presidente simboliza “la vieja política contra la que votó la gente” sumó un argumento más instrumental para desairarlo: De Narváez cree que ya no necesita la mediación de Duhalde para negociar y acordar con los intendentes, concejales y punteros peronistas de la provincia de Buenos Aires.

Hace casi una semana que el ex gobernador bonaerense volvió de su gira por España, Italia y los Estados Unidos, y De Narváez todavía no le atendió el teléfono. Desde las míticas oficinas de De Narváez, en el barrio de Las Cañitas, repiten que “no se conseguirá ninguna foto entre Duhalde y el Colorado”, convencidos del carácter “piantavotos” de esa imagen junto al ex gobernador. Recuerdan que, según sus encuestas, menos del 20% de los bonaerenses se reivindica justicialista, y hasta se agrandan: “Durante la campaña desperonizamos; dejamos a muchos duhaldistas afuera de las listas; Luis Barrionuevo nos puteó y, así y todo, tan mal no nos fue, ¿no?”.

ya los golpes no son lo que eran: honduras en el laboratorio, ojo argentina


Honduras parece ser un espacio de ensayo de una nueva metodología destituyente en América Latina.

Donde el parlamento, la Corte Suprema, algunos medios de comunicación y la estructura pesada y corporativa de partidos tradicionales cumplen un rol golpista novedoso.

Es un ensayo.
Por eso Mirtha no quiere que hablemos de Honduras.
Por eso la derecha política argentina no repudió el golpe.
Por eso el Acuerdo repudió pero pidió que Cristina no sobreactue.

¿Recuerdan el diálogo cínico, televiso, poco profesional de Mariano Grondona con el ruralista Biolcatti, cuando se preguntaban que después del 28 de junio seguía estando un tal Cobos?.

Bueno, esa es idea. Van por nosotros.
Cual es el mensaje que nos envían: "hagan lo que les decimos si quieren llegar al 2011"

Y estas pueden ser nuestras tareas.

1) Trabajar en la reconstrucción de un espacio que contenga y desarrolle las banderas de este modelo iniciado en el 2003 con la conducción del doble comando.
2) Comprender que la tarea de nuestra conducción prioritaria es reconstruir mayorías parlamentarias que a veces chocarán con la estética de nuestro paladar.
3) Entender que hay amigos tanto dentro del PJ como fuera de esa estructura. En ambos espacios hay compañeros con la camiseta puesta y la decisión de construir.
4) Entender que la transversalidad ya no será lo que fue.
5) Comprender que el sectarismo, el infantilismo de izquierda, la seducción de la derecha y la disgregación, son nuestros enemigos.

Para esto cuenten conmigo.

viernes, 10 de julio de 2009

si es por ley tienen que ser las internas abiertas, silmultáneas y obligatorias y de todo los cargos electivos


Un primer comentario sobre la propuesta de Reforma Política de Cristina:


Las unicas internas masivas para la elección de candidatos presidenciales que vivieron los argentinos en estos años de democracias, fueron la que en el 83, en el comienzo de este tramo democrático, Raul Alfonsín se impuso sobre Pugliese-De La Rua, a padrón cerrado dentro de la UCR.
En 1988 la fórmula Menem-Duhalde se impuso a la de Cafiero-De La Sota, también a padrón cerrado, con fuerte movilización de cientos de miles de afiliados al peronismo, con un alto índice de participación.
A padrón abierto en el 95 Pilo Bordón se impuso sobre Chacho Alvarez que finalmente integraron fórmula común siendo derrotados por Menem-Ruckauf.
La otra elección de candidatos presidenciales fue la de De La Rua contra la Meijide, en este caso a padrón abierto que se impone el primero integrando a Chacho como vice y la derrotada en esa interna queda como candidata a gobernadora en Buenos Aires y nuevamente derrotada después.


El ministro del Interior aseguró ayer que la reforma política "es una deuda pendiente" y afirmó que la presi estudia varios proyectos y que en los próximos días se definirá la metodología de trabajo. Además, adelantó que se evalúa implementar "la obligatoriedad de las internas abiertas".


Además, adelantó que se evalúa implementar "la obligatoriedad de las internas abiertas, como en Uruguay y otros países del mundo", y agregó: "Mejorará la calidad de la representación política".

Más temprano, durante la ceremonia en Tucumán por el 193 aniversario de la declaración de la Independencia, Cristina Fernández convocó "a todos los sectores a un gran diálogo nacional" y pidió que "acerquen todas sus propuestas".

En ese contexto, anunció "una profunda reforma política" que implique discutir "la representación de los partidos políticos y que establezca "elecciones primarias" abiertas para la selección de candidatos presidenciales.

Por ahora digo algunas cosas:

1) Deben ser "obligatorias y simultáneas" para que no haya picardías de un sector político sobre otros.

2) Por lo menos tienen que tener 180 días de diferencias con la elección general que permitan recomponer internamente y evitar el tema de las "ambulancias".

3) No solo debe limitarse a la elección presidencial. Hay que sumar la selección de los candidatos a gobernadores, intendentes y el resto del sistema legislativo.

bueno, basta blogueros: no más insultos, ahora a dialogar



Ya llegó la orden de Cristina desde Tucumán, convocando al "más amplio diálogo" de todos los sectores.

Como dijo una vecina despues del discurso, se ve que ahora sí "el" la va a dejar gobernar.

La Presi fijó a modo de consigna tres ejes para el debate: economía, democracia y sociedad.
"Lo que debemos hacer ahora en esta etapa es juntar a todos los actores sociales porque ya no hay posibilidades de discusiones parciales", dijo.
Además, subrayó: "La economía debe promover el bienestar de la sociedad". La Jefa de Estado encabeza un acto por el 193º aniversario de la declaración de la independencia.

Dijo que "si la economía no sirve para el bienestar de la sociedad se está dando prevalencia de intereses de los más poderosos sobre los más débiles".

La Jefa resaltó el rol del Estado en la economía de una sociedad. "La economía debe promover el bienestar de la sociedad y si no sirve para proveer salud, educación, trabajo bien remunerado, en realidad no es economía sino prevalencia de intereses de los más poderosos sobre los más débiles", dijo.

La Presidenta aseguró además que el diálogo debe ser con "todos los sectores sociales" de la economía, como los desocupados, y "no sólo los trabajadores y los empresarios".

Afirmó además que "en esta etapa debemos juntar a todos los sectores sociales porque ya no hay lugar para discusiones parciales".

"La etapa que vive el mundo, en crisis muy profunda, va a exigir un gran esfuerzo por parte de todos en el diálogo y en la posibilidad de realización efectiva para que la economía siga siendo lo que dije que debe ser, que es lograr el bienestar del conjunto de la sociedad y no la prevalencia de un sector con mayor poder de lobby", sostuvo.

Pero el diálogo tiene que tener una base ineludible:
La Jefa convocó a todos "los que integran las cadenas de valor" y "a todos los argentinos" a que "acerquen propuestas" para que el Gobierno nacional vea su impacto en el marco de una política de redistribución.

Convocó a "todos, desde el que produce, industrializa, comercializa hasta llegar al público y a los argentinos que saben que muchos de los conflictos que se disparan en la Argentina no tienen que ver con la crisis de 2001".

"Esta situación exige que a todos que n os sentemos a discutir desde esta perspectiva y sin dejar de pensar en los que no están en la mesa", afirmó Cristina.

La Presidenta dijo que la situación es "muy buena" en el análisis "macro" de la economía. "Actualmente la relación entre lo que producimos y debemos es del 47,6 por ciento", subrayó también la Presidenta, quien comparó ese dato con lo que ocurría tiempo atrás cuando Argentina "debía más de una vez y media lo que se producía en un años".

La mandataria afirmó que, al 30 de junio último, "el superávit comercial asciende a 9.861 millones de dólares contra 5632 millones que teníamos a la misma altura el año pasado, que fue el mejor año en materia de exportaciones y superávit".

En este sentido, destacó que "esto representa un 85 por ciento más de superávit del que teníamos el año pasado" y sostuvo que eso ocurre "no por casualidad" sino "porque hubo una fuerte prevención del Estado para defender el trabajo y las empresas argentinas sin infringir las normas internacionales".

Dijo que las interrupciones democráticas en la historia argentina ocurrieron por "golpes cívico militares" y que "nunca fueron solamente las FF.AA., al contrario, siempre fueron el instrumento de civiles que los fueron a buscar".

Convocó a "todos los sectores a discutir una profunda reforma política" de manera "amplia, no centrada en la forma de votar". "Es hora de discutir una profunda reforma política y ver la exacta dimensión de la transparencia del sistema electoral argentino del cual algunos dudaban cuando perdían y están más seguros cuando hablan", señaló.

En ese marco, dijo que "es necesario discutir el sistema de representación de los partidos políticos y no dejarlo solo en el marco de elecciones internas", de las cuales dijo "nunca fueron garantía de estabilidad democrática".

Cristina expresó su confianza en que se podrá dar una "reforma democrática en serio", en un proceso del cual participarán todos los partidos políticos. "Estoy segura que con el resto de los partidos vamos a dar una reforma democrática en serio para que la sociedad pueda entrar en los partidos y hacerse cargos de las decisiones que se toman", dijo.

¿Está claro?
Pero me permito contradecir a mi vecina.
El doble comando sigue vigente, inevitable, dialectico.

miércoles, 8 de julio de 2009

sordos ruidos



Uhm....
Salió el Alberto.

Alberto Fernández elogió la designación de Aníbal Fernández en reemplazo de Sergio Massa.
El ex jefe de Gabinete aseguró que Aníbal Fernández “es un hombre comprometido de verdad con la gestión del Gobierno”.
Se manifestó también a favor de la designación de Julio Alak al frente de Justicia y Seguridad.
Y elogió la gestión de Alak como intendente de La Plata.


¿Qué tendremos acá?
Además Florencio Randazzo sigue.
Moreno imbatible.
El ramal De Vido sigue circulando.
Lo de Coscia en Cultura lo veo bien. Era hora.

Aca hay tarea para El Ingeniero.

(Y en realidad, Sergio Massa y Amado Boudou no se bancaban compartir el gabinete. Muy distanciados los últimos tiempos. Un cambio que trajo otros cambios, como en el efecto Dominó).

domingo, 5 de julio de 2009

todo un símbolo militante: néstor volvió desde una plaza


Lo contó Telam:



Kirchner reapareció en público y asistió a un encuentro de Carta Abierta en el Parque Lezama


El ex presidente dijo que "en la democracia se gana y se pierde y que no hay que bajar los principios", según afirmó a Télam el fundador de la agrupación de intelectuales, Ricardo Forster. Y agregó que el diputado electo anunció que "va a salir a caminar el país". Fue en el anfiteatro al aire libre en esa plaza de Barracas.

El ex presidente Néstor Kirchner asistió hoy a la asamblea que realizaba la agrupación Carta Abierta en el Parque Lezama y según afirmó el fundador de ese espacio, Ricardo Forster, el diputado electo dijo que “en la democracia se gana y se pierde y que no hay que bajar los principios”.

En diálogo con Télam luego de que Kirchner se retirara de esa plaza del barrio porteño de Barracas, Forster señaló que el ex presidente anunció que “va a salir a caminar el país”, durante un breve discurso, tras el cual se saludó con los militantes y se retiró poco antes de las 14.

“Kirchner agradeció la presencia y el espíritu de Carta Abierta y dijo que esta era una buena respuesta al resultado electoral del domingo”, añadió Forster.

Para él, “es un símbolo” que el ex presidente haya participado de la asamblea periódica –se realiza cada 15 días- de la agrupación, y lo calificó como “una forma de revisar hacia dónde se quiere ir”.

“Creo que hay que valorarlo como un gesto de coraje cívico”, recalcó.

Kirchner arribó a Parque Lezama alrededor de las 13.10, y según le dijeron a Télam varios testigos presentes, fue recibido con mucho entusiasmo por muchas personas que se aglutinaron en el anfiteatro al aire libre que se apresta de cara a la calle Brasil.

Esta vez, la asamblea tuvo lugar en un espacio a cielo abierto, a diferencia del tradicional punto de encuentro que es la Biblioteca Nacional, para extremar la precaución con motivo de la gripe A.

Al arribar, Kirchner se sentó en la grada de cemento más cercana al suelo, pegado a un farol, entre el resto del público, y luego de escuchar las palabras del titular de la Biblioteca Nacional, Horacio González, expuso durante diez minutos.

González hizo alusión a la necesidad de “mantener los valores y los principios” y criticó a “los candidatos impulsados por la televisión”.
Además, aludió a una cita frecuente en los medios sobre que “el peronismo no conoce la derrota” y afirmó que “el que dice eso no conoce los 18 años de exilio y resistencia”.

Luego tomó la palabra el diputado electo por la provincia de Buenos Aires, y según Forster, comenzó su intervención agradeciendo la presencia del auditorio.

“Kirchner dijo que en la democracia se gana y se pierde, que no hay que bajar los principios y que hay que mantener la lucha y la fe, y que va a seguir trabajando por esos principios”, manifestó Forster.

Al concluir, el ex presidente dijo que “va a salir a caminar el país”.
Antes de partir, poco antes de las 14, se acercó a un grupo de obreros de la construcción que estaban almorzando a metros del anfiteatro y conversó con ellos.

Esta es la primera aparición en público de Kirchner desde su conferencia de prensa brindada en el hotel Intercontinental en la noche del domingo último, tras los comicios parlamentarios.

Además de Forster, González, estuvieron presentes el titular del gremio docente Suteba, Roberto Baradel, la ex sindicalista Mary Sánchez, la cantante y actriz Marilina Ross, entre otros.

sábado, 4 de julio de 2009

yo me pregunto lo mismo que se pregunta pablo moyano: ¿que tiene que ver macri con el peronismo?


Hay algunos caraduras por ahí cuestionando a Néstor y Cristina y dudando de su peronismo.
No me refiero a tipos como Pino Solanas que cumplen otro rol en el operativo desgaste.
No. Doy el ejemplo del misionero Puerta que en la crisis del 2001 no aguantó la presión, se asustó y le tiró la presidencia a Camaño.
Bueno, pero tengamos una mirada piadosa y veamos quien puede ser el ideal de peronista para encarnar la candidatura a presidente en el 2011 de acuerdo a estos dirigentes guardianes de la ortodoxia peronista.
Quien puede ser nuestra guía para enarbolar las tres bandera justicialista.
Quien será sensible al eterno corazón de Evita de justicia social.

Y sin temor, sin temblar su voz como en el 2001, dice Ramón Puerta que su hombre es Macri.

Por eso coincidmos con Pablo Moyano en esta nota:

¿Qué tiene que ver Macri con el Peronismo?.
¿Desde cuándo el peronismo es lo mismo que la tilinguería macrista?

Esa es la pregunta.

jueves, 2 de julio de 2009

los dos desafios para que no nos hagan pelota











El repliegue debe ser ordenado.
Hay que conservar los espacios que consideremos necesarios y posibles.
No perdamos de vista que tenemos dos tareas simultáneas.

La gobernabilidad y la recreación de un espacio con contenidos nacionales y populares hacia las presidenciales del 2011.

Uno tiene que ver con el otro.
Si no profundizamos la gobernabilidad no tenemos chances para dentro de dos años.
Eso significa recrear las alianzas legislativas.

Si no recreamos una alternativa con nuestras banderas no estaremos en la discusión.

El peor enemigo puede ser el sectarismo o algún infantilismo de izquierda.
O el individualista salvese quien pueda.
O la culpa la tiene el otro.
O el tinellismo.
O convensernos de que somos un movimiento de centro.

Es decir, en términos estratégicos, aislados y atomizados, nos hacen pelota.

Concentremonos en un espacio común.

martes, 30 de junio de 2009

iniciativa



Más allá de "la lectura del mensaje del voto", la renuncia a la presidencia del PJ está claro que es un repliegue.
Con dos objetivos:

1) Que Daniel Scioli tenga a cargo la recomposición de las fuerzas afines dentro del PJ a nivel nacional.

2) Mayor libertad de acción para Néstor en tareas de recomposición de las fuerzas fuera del PJ.

Profundizar la gobernabilidad y los cambios posibles.

lunes, 29 de junio de 2009

volver a empezar: dos años para reconstruir el movimiento


Ya está.
La batalla más difícil.
Ahora tendremos un mosaico político nuevo, complejo, creativo.
Evaluación, replegarnos sobre lo propio y reconstruir.
De a poco, metro a metro.
Ya vendrán las nuevas oportunidades.
Tampoco lo de Honduras es casual.

Por supuesto que tuvimos errores, no en un campaña electoral que ya está todo jugado.
Un movimiento popular tiene que tener cuadros políticos.
No solo buenos funcionarios.

La peor derrota no va a ser este 28J. Si no la disgregación, el bajar los brazos.
Tampoco el voluntarismo que también es una huída.

Pero en los principios ni un paso atrás.
Tinelli puede seguir esperando.

Las ratas que cumplan su papel que le dio la naturaleza de abandono del barco.

Un abrazo.

(PD: ¿qué nos pasó con el fraude?.)