se creía dios

Condenado a perpetua por violaciones a los derechos humanos, prisionero de un cuerpo atormentado por la falta de oxígeno y de un corazón que no marcaba el paso, degradado en politica, en lo social y en su propia profesión. Uno de los símbolos de los que se sintieron dueños de la vida de los argentinos. Murió hoy, a los 85 años, Antonio Domingo Bussi, un hombre de ojos claros y mirada oscura, que un día se creyó Dios pero luego entendió que no lo era.
Por ahí, donde esté, tal vez tenga el último juicio condenatorio.

¿dónde guarda morales sola el pergamino que le regaló bussi?

Se trata de aquel asado con Bussi.

El periodista Hernán López Echagüe mantuvo un fuerte intercambio epistolar con Morales Solá luego de revelar en una carta de lectores de la revista Veintitrés una anécdota que el periodista de La Nación atribuyó a un “pecado de juventud”. Se trata del asado que en marzo de 1976 compartieron Leo Gleizer, Renée Salas, Marcos Taire y Morales Solá, entre otros periodistas, con el genocida Bussi en los salones del Regimiento de Infantería 19, en San Miguel de Tucumán.
“Al cabo del almuerzo, el general obsequió a cada uno de los periodistas presentes un pergamino en el que agradecía “su colaboración en la lucha contra la subversión”, que el columnista recibió sin inmutarse, para luego buscar el abrazo del general”, relató López Echagüe.
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