En los días previos de la última Feria del Libro los lectores de La Nación y Clarín y los oyentes y televidentes de Mitre y la 10 y TN y canal 13, les parecía un delito del mayor republicanismo que algunos sectores K lo criticaran por haber ofendido a nuestra presidenta y ofender el voto de los argentinos:
“Basta oírla hablar para saber lo que es populismo, lo que es demagogia”, aseguró el escritor peruano Vargas Llosa y consideró que “no es posible que Argentina, con lo que ha sido, lo que representa desde el punto de vista cultural, elija un presidente de esos niveles de incultura y de pobreza intelectual”.
Los mismos que defendían la libertad de expresión del escritor ahora sucede que se horrorizan porque Fito opina.
Y fue la misma presidenta quien sostuvo que el escritor tenía derecho de expresarse con total libertad.
Parece que es una cuestión de mitades.