Se esfuerza hoy en La Nación en apropiarse de otros de lo que él carece:
"
Neustadt -de cuyo fallecimiento se cumplen hoy, precisamente, tres años- fue por mucho tiempo el blanco predilecto al que sus colegas supuestamente más progresistas solían atacar con un grave cargo: ser acomodaticio al poder de turno.
De Walsh, como perfecta antítesis de Neustadt, se suele destacar lo contrario: su entrega militante a la literatura y al periodismo, y la defensa de sus ideales hasta poner en grave riesgo su vida y perderla, incluso, por mantenerse inclaudicable hasta el final. Pero, claro, el concepto de militancia en Walsh era combativo y bastante alejado de la versión obsecuente hacia las autoridades actuales concebida por el jefe de la agencia oficial Télam".
Todo dicho así parece bien y lindo, Sirven. Pero esas mezclas hacen daño a la comunicación objetiva. Ningún proceso histórico es repetible y no es una cuestión de periodismo
oficialista u opositor.
Puede haber y los hay, opositores cobardes y oficialistas aburguesados.
Pero las diferencias tienen que ver con la concepción del mundo y de la sociedad en la que uno vive en el hoy y en el ahora.
Walsh tenia una visión alejada a los intereses que vos y Bernardo han defendido. No te creas que estaría de tu lado.