Alberto Fernández se sentó en la cabecera con traje impecable, corbata celeste, el mismo estilo que en sus épocas de jefe de ministros. A su derecha, el senador provincial Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera, mentor de La Juan Domingo.
Juntos concretaron el acuerdo entre el sciolismo y el partido PARTE (Partido del Trabajo y la Equidad), el sello que maneja el ex funcionario kirchnerista y que piensa ser la punta de lanza para un armado electoral concreto.
Fernández trató de ser claro.“Soy de los que piensa que en estos diez años pasaron muchas cosas buenas, cosas no tan buenas y cosas que deberían haber pasado no pasaron. Tenemos una enorme deuda con la gente que más necesita. Nadie puede estar tranquilo en este país, con niveles de inflación que carcome el sueldo de los que trabajan”.
Toda aspiración en política es respetable. Pero sería saludable explicar porqué la provincia más rica de nuestro país se encuentra paralizada en una nación que ha crecido en estos diez años.
Digo, para poder estar contentos todos. Incluso los bonaerenses.