Recientemente el periodista contó que conoció al que le arrebató la identidad tuitera: “es un pelado, de unos 50 años", aseguró, y dijo: “cuando escribe es más bruto que yo”
"Un día se encontró con Nico Wiñazki y le dijo que me quería conocer. Entonces lo convoqué a la radio, y ahí me dijo que quería ser mi community manager. Yo le respondí: 'Con todo respeto, pero no te conozco, ¿cómo vas a hablar en mi nombre?'.
A lo que me respondió: 'Yo sé cómo vos pensás'".
Sobre el arrebato de identidad, Lanata dijo: "Ni yo sé cómo pienso". El arrebatador se llama Octavio Paulise.
En esta semana Marcelo Tinelli publicó a modo de denuncia un centenar de esas cuentas truchas que tienen origen en lo que se denomina el call center de la Casa Rosada conducida por Marcos Peña y señalan a Pulise como el monje negro de los operativos que de ahí surgen.
Pero el PRO ya desde hace bastantes años tiene ejércitos de contratados operando sobre las redes sociales: en el comando de campaña de la calle Balcarce ocupaban pisos enteros.
Esa operación sobre las redes a través de cuentas falsas es para para instalar o desviar temas, perforar a adversarios políticos o líderes de opinión adversos a través de fake, bots o trolls, para influenciar sobre determinadas franjas sociales.
La nueva política de transparencia.
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