Esta semana se cumplió el primer mes del gobierno de Alberto Fernández y CFK. Fueron 30 días de vértigo en una de las transiciones más complejas, porque tema por tema se plantea una inversión de la marcha que llevaba la administración saliente. Desde la economía, la deuda externa, los derechos humanos, la cultura, las relaciones exteriores o las políticas de género, la discontinuidad entre las políticas de Cambiemos y las del Frente de Todes es absoluta. En esta entrevista realizada en la residencia presidencial de Olivos, traté de eludir la trivia y las chicanas que apasionan a algunos de mis colegas y plantear cuestiones de fondo. Alberto no eludió ninguna respuesta y adelantó algunas decisiones llamadas a tener alto impacto.
El conflicto con Clarín
—Leí la tesis de graduación de periodismo de tu compañera, Fabiola. Al analizar el conflicto de Clarín con el kirchnerismo, dice que no fue un capricho de Kirchner ni de Magneto, sino que existen intereses objetivos contrapuestos.
AF: Quiero aclarar que yo no tuve que ver con esa tesis. Ella me entrevistó cuando la estaba preparando. Pero la tesis es su mirada.
—Lo sé. Ella analiza los editoriales de Clarín por un lado y los pronunciamientos de Kirchner, y detecta las contradicciones objetivas.
AF: Yo creo que es cierto eso. Pasa con Clarín y con muchos otros medios.
—Si la contradicción es objetiva, ¿cómo te vas a manejar vos?
AF: Lo importante es saber en qué campo juega cada uno. Hubo un momento del debate que se circunscribió mucho a lo periodístico. Lo que hay que entender es que son intereses que entran en contradicción muchas veces. Yo he sido bastante crítico de la ley de medios, pero creo que sirvió para plantear qué intereses hay detrás de los medios. Hoy cada persona que lee Clarín, La Nación, Página o Tiempo Argentino sabe lo que lee, con lo cual hay cierto tamiz que ya empieza a funcionar. Ese fue el verdadero éxito de la ley de medios. Planteó un debate que no es sólo de la Argentina, es un debate del mundo entero: hasta dónde llega la imparcialidad de los medios, por esos intereses que objetivamente tienen y que en términos periodísticos algunos llaman línea editorial. Me parece una lectura correcta, eso es lo que pasó. Se sacó 10 con esa tesis y recomendaron su publicación.
—Leí la tesis de graduación de periodismo de tu compañera, Fabiola. Al analizar el conflicto de Clarín con el kirchnerismo, dice que no fue un capricho de Kirchner ni de Magneto, sino que existen intereses objetivos contrapuestos.
AF: Quiero aclarar que yo no tuve que ver con esa tesis. Ella me entrevistó cuando la estaba preparando. Pero la tesis es su mirada.
—Lo sé. Ella analiza los editoriales de Clarín por un lado y los pronunciamientos de Kirchner, y detecta las contradicciones objetivas.
AF: Yo creo que es cierto eso. Pasa con Clarín y con muchos otros medios.
—Si la contradicción es objetiva, ¿cómo te vas a manejar vos?
AF: Lo importante es saber en qué campo juega cada uno. Hubo un momento del debate que se circunscribió mucho a lo periodístico. Lo que hay que entender es que son intereses que entran en contradicción muchas veces. Yo he sido bastante crítico de la ley de medios, pero creo que sirvió para plantear qué intereses hay detrás de los medios. Hoy cada persona que lee Clarín, La Nación, Página o Tiempo Argentino sabe lo que lee, con lo cual hay cierto tamiz que ya empieza a funcionar. Ese fue el verdadero éxito de la ley de medios. Planteó un debate que no es sólo de la Argentina, es un debate del mundo entero: hasta dónde llega la imparcialidad de los medios, por esos intereses que objetivamente tienen y que en términos periodísticos algunos llaman línea editorial. Me parece una lectura correcta, eso es lo que pasó. Se sacó 10 con esa tesis y recomendaron su publicación.
1 comentario:
Para conocer el porqué de las opiniones de Verbitsky recordemos la frase "Follow the money" (del Caso "Watergate").
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