Cronología de un desaire:
1. El presidente y Guzman anunciaron una reunión con los gobernadores para informar detalles de la negociación con el FMI.
2. El lunes, Larreta cruzó llamadas con los tres gobernadores radicales: Morales (Jujuy), Gustavo Valdez (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza). A su vez, intervinieron otros integrantes de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio. En esas conversaciones, hubo reparos a la posición ultra de no asistir, pero se impuso la línea más dura. Al punto de que sacaron un comunicado en el que decían que no iban a ir porque "la reunión informativa a la que fueron convocados se asemeja a una reunión política más que a una reunión institucional de trabajo".
3. El martes, cuando lo consultaron, Larreta puso la cara para reafirmar la negativa, pese a que el Gobierno había cumplido con todas las condiciones que habían puesto para ir. En esencia, Larreta no dijo nada muy distinto a lo que afirmaba el comunicado: "Entendemos que, así como está planteada, es una reunión política más que una reunión en serio de trabajo institucional", afirmó el jefe de Gobierno, y fue el blanco de todas las críticas del oficialismo.
4. Mientras tanto, Morales mantenía conversaciones con el presidente. Hablaron hasta cinco veces en un día. Y finalmente salió a anunciar que los radicales sí concurrirían al encuentro del miércoles -en su caso, a través del vicegobernador de Jujuy-. Primero esperó unas buenas horas a que Larreta recibiera toda la munición pesada por "irresponsable" o por no colaborar a solucionar la deuda con el FMI que dejó Macri. Luego Morales dijo que era una "pendejada" no ir y que "no hay que jugar a las escondidas con esto". De hecho, Larreta quedó solo: a la reunión con Guzman fueron representantes de 23 distritos. Solo la Ciudad de Buenos Aires no concurrió. Lo mismo había pasado con el pacto fiscal donde Larreta fue el único que no lo firmó. Los radicales, sí.
2 comentarios:
Mmmmm... no sé si Larreta se queda solo o se perfila dentro de su partido a partir de la diferencia con los radicales. No hay forma de llegar a un buen acuerdo con el FMI (sí la menos ruinosa), así que Larreta ya tendría su posición tomada y diferenciada de sus adversarios internos.
Leí "El día que" y "Larreta"
Pensé en Dalmiro Sáenz y Sergio Joselovsky...
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