Nunca será igual

Por cosas del destino y en un viaje programado desde hace dos años, que tuvo un periplo en relación al Mundial del Fútbol inesperado para nosotros. El primer partido con Arabia Saudita lo sufrimos en Tandil, el segundo contra Mexico en Buenos Aires con mis hijos y nietos. El tercero con Polonia en un bar de Lisboa. Luego nos perdimos el cuarto con Australia porqué en Sevilla no encontramos dónde poder verlo y no lo habilitaban por teléfono. El 5to contra Países Bajos junto a argentinos compañeros que viven en Valencia. Y con mi hermano radicado en España vimos la primera semi final en Roma y la gran final en Venecia. En todos lados la hinchada argentina era más que de argentinos.

Nunca volveré a vivir un Mundial igual, de ninguna manera.