Ya no se soportan y está todo roto.
El Gran Aquitecto de la política, Eduardo, dió un portazo y no les atiende el teléfono.
Mientras, Felipe, se hace el boludo como siempre para seguir estando.
Eduardo Duhalde le quitó apoyo a Francisco de Narváez y no lo asistirá con fiscales.
Es porque Unión Pro le censuró todas las listas colectoras que había propuesto.
Ahí conoció el rostro real del ex propietario de Casa Tía: frialdad, superficialidad y marketing.
El ex presidente se fue a Europa, sus operadores no le atienden el teléfono al socio de Mauricio Macri, y Luis Barrionuevo ironizó: “que le cuide las urnas su publicista, Durán Barba”.
El publicista, de nacionalidad ecuatoriana, que se ha especializado en asesorar a candidatos de derecha con distinta suerte. Más fracasos que aciertos.
En el peronismo ya se dice que Duhalde ahora quiere “un justicialismo sin advenedizos”.
Y entonces que hacemos?.
Qué hace la tropa que quedó pegada en ese espacio?
Lo empezaremos a ver desde el lunes 29.