Durante el gobierno de Fernando de la Rúa, un comentario con fuente en “off” dentro de una columna de Joaquín Morales Solá fue el inicio de lo que luego se conocería como el escándalo de “los sobornos en el Senado”. El columnista había asegurado en aquella oportunidad que senadores habrían recibido “favores personales” para aprobar una reforma laboral enviada por el Ejecutivo.
En los últimos días, Morales Solá volvió a sugerir, con tres notas, la posibilidad de que haya habido intercambios entre la Casa Rosada y miembros de la Cámara alta.
Aunque, esta vez, la saga no comenzó con un testimonio en “off” sino con comentarios públicos de varios dirigentes de la oposición durante un acto en la exposición Rural de Palermo.
La primera nota al respecto la publicó el pasado 28 de julio y llevó el título “El Senado, bajo las peores sospechas”. La segunda fue el 1º de agosto, en la que el columnista insistió con las sospechas bajo el título “Las sospechosas deserciones en el Senado”. Por último, ayer volvió sobre el asunto con su columna titulada “Poder, dinero y miedo”.
Las sospechas de Morales Solá aún no se convirtieron en noticias de portada. Aunque ayer logró que se plegara al tema su colega de Clarín, Eduardo van der Kooy, quien firmó una columna bajo el título “El kirchnerismo logra bloquear a la oposición, pero se llena de barro”. Allí retomó la temática de su colega, con epicentro en la senadora rosarina Roxana Latorre.
(resúmen DsD)
3 comentarios:
El servil, genuflexo y obsecuente con sus jefe magnetto.
Roberto Ezequiel Tissier
Veamos el vaso medio lleno , este mercenario antes podia voltear un gobierno con sus columnas noveladas , ahora ya esta desenmascarado
Pensar que este canalla hace décadas que marca, marca, marca y nunca se lo pudo desenmascarar. Los sobornos que él ha recibido por supuesto no entran en su balance del juego político. Realmente es un canalla de terror.
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